Andrés Britos junto a Pádel Pro enseñan un movimiento letal para marcar la diferencia en la pista: el golpe de la víbora

¿Te gusta el pádel o te gustaría empezar a jugar? Si has estado pensando en cómo mejorar tu juego, estás de suerte. Andrés Britos, uno de los mejores jugadores del circuito A1 Padel, se une a Padel Pro para llevar tu nivel a otro superior. Como cada sábado, nos traen una nueva clase para hacer tu juego imparable. Hoy aprenderemos uno de los golpes más letales: el de la víbora. Recuerda que puedes ver todos los programas de Pádel Pro en mitele.com.

El golpe letal de la víbora

Uno de los golpes más espectaculares que podrás aprender es la víbora. Este movimiento es clave para cualquier jugador que quiera marcar la diferencia en la pista. Andrés explica que no solo se trata de golpear la pelota, sino de hacerlo con estrategia. La víbora es un golpe de ataque que puede sorprender a tus oponentes si lo haces bien.

Si no tienes un gran remate, tienes que tirar de víbora, con un objetivo: jugar una bola rápida y que salga baja para dificultar su devolución. Con este golpe presionas a tu rival gracias a la velocidad y efecto cortado que puedes imprimir a la bola. Un golpeo al que los jugadores de niveles avanzados sacan mucho provecho.

Para ejecutarlo correctamente, necesitas dominar cuatro factores: posición, dirección, velocidad y efecto.

1. Posición: Coloca tu pala detrás de la cabeza y asegúrate de que tu codo esté a la altura del hombro. Esto es fundamental para tener un buen golpe.
2. Dirección: La meta es que la bola rebote entre la línea de saque y la pared de fondo. Así, complicarás la devolución de tu rival.
3. Velocidad: Controlar la velocidad es clave. Asegúrate de golpear la pelota con la fuerza adecuada para mantenerla baja.
4. Efecto: Dale un giro lateral a la bola para que rebote y caiga justo donde quieres. Esto hará que tus oponentes se lleven una sorpresa.

La preparación y el impacto de la víbora

Para la preparación del golpe, lo más significativo del golpe es llevar la pala a la nuca, haciendo que el codo esté como mínimo a la altura del hombro (nunca debajo) y el brazo izquierdo en alto, manteniendo una tensión óptima.

El apoyo será en la pierna derecha, si la pelota te queda lejos (hacia la derecha) o hacia atrás. En cambio si la bola nos queda delante el apoyo será en la pierna izquierda.

El momento del impacto no solo es importante el golpe en sí, sino también de dónde sale la fuerza, cómo se genera, cómo continúa y cómo termina. Cuando nos apoyamos en el pie derecho, cumple un papel muy importante nuestro brazo izquierdo, ya que al meterse un poco detrás nuestro genera que al salir el golpe se use la rotación de cadera y hombros, generando así un golpe más completo.