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De Simone Biles a Nadia Comaneci, las gimnastas que han marcado la historia en el deporte femenino

Simone Biles, una de las gimnastas que cambiaron el deporte femenino (foto: Cordon Press).
Periodista sin bufanda ni cuando hace frío

El deporte femenino se encuentra en un momento muy importante. Muchas deportistas están dando que hablar en sus respectivos deportes llegando a tener mucha repercusión. Más allá del fútbol y baloncesto, dos de los que más seguimiento tienen, hay otras actividades en las que la aparición de diferentes atletas ha hecho que sea muy seguido como es el caso de la gimnasia. Nombres como Simone Biles o Nadia Comaneci son algunos de los nombres

En este artículo ofrecemos varias atletas que aportaron un paso más hasta el día de hoy

  • Simone Biles (11 medallas olímpicas, siete de oro)

Simone Biles es el claro ejemplo de una deportista que tiene una gran irrupción. Con apenas 19 años debutó en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Unas sólidas actuaciones le colocaron como la estrella del combinado estadounidense. Cuatro medallasde oro y una de plata fueron sus galardones en una cita tan importante.  y mediante sólidas actuaciones, se volvió la estrella del combinado femenino estadounidense de gimnasia. 

Los Juegos de Tokyo no contaron con su presencia en la final de gimnasia artística por. La gimnasta señaló problemas de salud mental. Una decisión que llevó a dar visibilidad la importancia de la salud mental en los deportistas. Acabó obteniendo una medalla de bronce en la barra de equilibrios.

Cuatro años después, el pasado verano en París, sumó nuevamente tres oros y una plata.

Simone Biles, una de las gimnastas más importantes de la historia (Cordon Press).
  • Nadia Comaneci (nueve medallas olímpicas, cinco de oro)

La figura de Nadia Comaneci está unida a la palabra perfección. Con 14 años y medio debutaba en los Juegos Olímpicos de Montreal que tuvieron lugar en 1976. Allí obtuvo una puntuación de 10, la primera vez que ocurría en la historia, en su ejercicio de barras asimétricas. Talento, equilibrio, plasticidad, concentración, fuerza y horas de entrenamiento hicieron que la gimnasta rumana se convirtiera en toda una leyenda.

Una carrera que comenzó en aquel evento y que acabó cinco años después, contando con 20 años. Sin embargo, los suficientes para sumar nueve medallas olímpicas. Se le une a este historial cuatro medallas en el Mundial y 12 en Europeos.

En el año 2000 fue condecorada como una de las atletas más importantes del pasado siglo. Cabe destacar que, una vez decidió retirarse, continuó vinculada al deporte tras su unión con distintas asociaciones y federaciones.

Nadia Comaneci (foto: Cordon Press).
  • Larisa Latynina (18 medallas, nueve de oro)

La gimnasta soviética nació en 1934. Según un artículo del COI publicado en 2020, mantuvo durante 48 años el honor de ser la deportista con el mayor número de medallas olímpicas. Hasta que, en 2012, Michael Phelps, con 18 batió su récord en los Juegos Olímpicos de Londres.

Como el caso de la rumana Comaneci, una vez se retiró en 1966, no dejó de lado el deporte. De hecho, fue entrenadora nacional de la URS y fue parte de los integrantes que planificaron los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980.

Favorita en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960. No solo por haber vencido el título olímpico en 1956, sino que participó en el Mundial dos años después en pleno embarazo de su hija Tatyana. Ganó cinco de los seis títulos disponibles y la atleta bromeó con ello en una entrevista de 2012. "Los ganamos juntos", afirmó.

Desde 1956 a 1964, Latynina fue el rostro de la gimnasia artística femenina. Se trata de una artista extraordinaria que establecieron el estándar de la grandeza soviética en gimnasia gracias a sus victorias.

Larisa Latynina (foto: cordon Press)
  • Vera Caslavska (11 medalla olímpicas, siete de oro)

Una firma en un manifiesto criticando al Gobierno Checoslovaco tiempo antes de los Juegos Olímpicos de Tokyo en 1964 pidiendo el paso hacia una democracia estuvo cerca de impedir a Vera Caslavska participar. Al menos, era esa su idea entonces.

De hecho, preocupada por su propia seguridad con la entrada de tanques soviéticos a Praga, huyó hacia el campo. Allí entrenó al aire libre, columpiándose de la rama de los árboles y aprovechando troncos estrechos como vigas de equilibrio. Los sacos de patatas le sirvieron para simular el entrenamiento con pesas.

El Gobierno no aprobó su viaje hasta días antes de arrancar los Juegos Olímpicos. Eso no le impidió acabar con cuatro medallas de oro y dos de plata. Cuando murió en 2016, fue considerada una de las mejores atletas olímpicas de su país.

Vera Caslavska (foto: Cordon Press).
  • Agnes Keleti (10 medallas olímpicas, cinco de oro)

Una campeona olímpica que no tuvo un comienzo fácil. Campeona nacional de Hungría con 16 años, no fue elegida para el combinado olímpico en 1940 por su ascendencia judía. Unos Juegos Olímpicos que no tuvieron lugar por la Segunda Guerra Mundial y que llevó a Keleti a trabajar como empleada doméstica en el campo húngaro con un nombre falso.

Una vez acabada la guerra, regresó a la gimnasia. Una lesión de tobillo le impidió participar en los Juegos Olímpicos de Londres de 1948. Sin embargo, cuatro años después debutó en Helsinki. 12 años después de los Juegos Olímpicos en los que inicialmente fue favorecida. Con 31 años, fue campeona olímpica en Ejercicio de suelo y sumó una plata y dos bronces. Cuatro años después, sumó cuatro medallas de oro. Un éxito que la situó como la medallista de oro olímpica más longeva.

Agnes Keleti (foto: Cordon Press).
  • Ludmila Tourischeva (nueve medallas olímpicas, cuatro de oro)

Ludmilla Tourischeva era una joven gimnasta en un momento en el que las mujeres como Vera Caslavska eran las fuerzas dominantes en el deporte y una veterana cuando Nadia Comaneci saltó a la fama en 1976. Un incidente en el Mundial de 1975 fue el impulso de la atleta. Las barras asimétricas en las que actuaba se derrumbaron cuando se lanzó a desmontar.

Sin embargo, a pesar del estruendo, Tourischeva estaba tan concentrada en terminar su rutina que se marchó sin mirar atrás a las barras caídas. Se trata de una versátil gimnasta que unió las épocas de Caslavska y Comaneci. Ganó varios metales en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972: oro en All-Around, plata de ejercicio de piso y bronce en bóveda. Fue pilar de tres equipos olímpicos soviéticos. Pilar de tres equípos olimpicos de la URSS, ayudando a capturar el oro por equipos en 1968, 1972 y 1976.

Ludmila Tourischeva (foto: Cordon Press).
  • Svetlana Khorkina (siete medallas, dos de oro)

Hablar de esta deportista, es hacerlo de alguien que superó las expectativas.  Cuando era niña, le dijeron que no tenía el cuerpo adecuado para ser una gimnasta de élite. Sin embargo, su voluntad y su entrenador de toda la vida, Boris Pilkin, llevaron a que pudiera superar todos los obstáculos a los que tuvo que hacer frente.

Toda una deportista de gran longevidad que compitió en tres ediciones de los Juegos Olímpicos desde 1996 hasta 2004. De hecho, hizo historia al ser, tras Nadia Comaneci, la primera persona en repetir como campeona olímpica, defendiendo su oro en barras asimétricas de Atalanta y defendió en Sydney.

Svetlana Khorkina (foto: Cordon Press).
  • Aliia Mustafina (siete medallas, dos de oro)

Una grave lesión de rodilla en 2011 estuvo cerca de cambiar su carrera deportiva. Sin embargo, Aliia Mustafina, fue diferente al resto y decidió no darse por vencida. De hecho, era poco común volver después de un desgarro en el ligamento cruzado anterior.

15 meses después se llevó cuatro medallas, incluido un oro en barras asimétricas. Entonces fue la mayor cantidad de metales obtenidas por un gimnasta ruso en Londres. Cuatro años después, sumó tres medallas en Río de Janeiro. Entre ellas un segundo oro en barras asimétricas, cuatro años después.

Aliia Mustafina (foto: Cordon Press).
  • Simona Amanar siete medallas, tres de oro

Los rumanos pudieron establecerse como uno de los mejores equipos del mundo gracias a gimnastas como Simona Amanar. De hecho, colaboró para obtener la excelencia  para lograr una excelencia constante en dos Juegos Olímpicos fundamentales.Campeona olímpica All-Around 2000, destacó por su excepcional habilidad técnica en el ejercicio de suelo y salto.

En Atlanta, obtuvo cuatro medallas, dos de bronce, una plata y otro oro. Mientras que en Sidney obtuvo dos oros más. Uno de ellos, mostró un arriesgado Yurchenk de 2.5 giros. Lo que se convirtió entonces en la primera gimnasta en realizar el salto. Lo que le llevó a obtener fama por el movimiento, que rápidamente fue nombrado Amanar.

Simona Amanar (foto: cordon Press).
  • Polina Astakhova (10 medallas olímpicas, cinco de oro)

Una deportista que no comenzó en su disciplina hasta los 13 años. Sin embargo, en tan solo cinco años su objetivo ya buscaba cotas altas. Hizo su debut internacional en 1954, se convertiría en un pilar de su equipo en los siguientes 13 años.

Fue la gimnasta más joven de la expedición soviética en los Juegos Olímpicos de 1956. Se distinguió, junto a Latynina, como las únicas que formaron parte de tres equipos femeninos que obtuvieron medallas de oro en gimnasia olímpica. A pesar de estar eclipsada de forma regular individualmente, sumó diez medallas entre 1956 y 1964, incluyendo barras asímetricas en su última participación con 27 años.

polina astakhova (foto: International Gymnast Magazine).

Un grupo de atletas que sorprendieron en su época y que dieron un paso más allá en sus disciplinas de cara al gran público.

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