La temporada de verano en el atletismo ha comenzado y, por tanto, la preparación para los Juegos Olímpicos ya es más que una realidad. Ana Peleteiro está a poco más de dos meses de saltar en la cita olímpica, su gran objetivo de la temporada y este miércoles debutó en las competiciones preparatorias para París 2024, aunque antes tiene, por delante, el Europeo de Roma, que se celebrará entre el 7 y el 12 de junio.
La atleta gallega hizo su primera aparición en esta etapa del calendario en el Meeting Internacional Canarias Athletic Invitational, competición celebrada en Tíncer, en la isla de Santa Cruz de Tenerife. Y a pesar de hacerlo con victoria, no fue una cómoda actuación para ella.
El motivo no fue otro que las condiciones climatológicas que azotaban el escenario de los saltos. En las horas previas, Ana reconocía que estaba “nerviosa, pero muy ilusionada”, y en cuanto a números, los resultados no pudieron ir mejor.
Con un salto de 13.82 –una marca lograda en el segundo intento y alejada de sus últimas actuaciones en Glasgow u Ourense– la mujer de Benjamin Compaoré se hizo con el oro del encuentro en la localidad canaria. Lo interesante llega en que Peleteiro tan solo realizó tres saltos, a diferencia del resto de participantes, que agotaron las seis posibilidades.
Ella misma dio explicaciones horas después en sus redes sociales. “He decidido no hacer más de tres saltos por precaución ya que hacía muchísimo frio y no estaba ni caliente”, expresaba en las stories de Instagram. Y es que los diez grados de sensación térmica y “un viento que por poco me lleva volando” no ayudaban a la práctica del deporte.
“Pero bueno, hemos salido vivos y, sobre todo y más importante, ganando la prueba”, comentaba orgullosa de su triunfo. “La semana que viene más y mejor”, manifestaba, pues estará el próximo 22 de mayo en un nuevo evento deportivo en Castellón.
Hace unos días, la deportista de Ribeira comentaba en una entrevista con Miravia, patrocinador de los Juegos Olímpicos de París 2024, cómo gestionará los días de competición en la capital francesa, donde no podrá estar junto a su familia.
Esta será la primera cita olímpica en la que Ana no podrá estar con su hija, pues deberá ingresar en la Villa Olímpica junto al resto de deportistas españoles para concentrarse de cara a las competiciones. Aunque la pequeña Lúa estará muy bien atendida.
“A mi hija voy a dejarla con mis padres cuando empiecen los Juegos y la recogeré después de la final, que si Dios quiere estaré”, confesaba la atleta de triple salto.
“Obviamente la veré, pero me gusta estar centrada en mí y darme mi lugar y mi momento”, apuntaba en la charla. “Al fin y al cabo, son diez días y mi hija tiene toda la vida por delante y creo que ese será el momento de desconectar y conectar conmigo misma para intentar sacar lo mejor de mí”, insistía en sus declaraciones.