Mahuchikh bate el récord de altura 37 años después: salta 2,10 metros

Faltan a penas dos semanas para la gran cita parisina, los Juegos Olímpicos. Mientras tanto, los atletas se están preparando para dar su mejor versión, como Yaroslava Mahuchikh que voló más alto que nunca en la Diamond League de París para batir uno de los récords más longevos de la historia. La ucraniana de 22 años ha batido de esta forma la plus marca de la histórica Stefka Kostadinova, que se impuso en el Mundial de Roma de 1987 con 2,09, una altura que ha sido la máxima mundial femenina durante casi 37 años hasta ahora.

La ucraniana cuenta con un bronce olímpico en Tokio 2020 y, además es campeona mundial en 2023 en Budapest. La atleta comenzó su competición superando el listón de 1,92 metros en el primer intento. Luego, necesitó dos intentos para superar los 1,95 metros y finalmente, en el primer intento, pasó los 1,98 metros.

La atleta ucraniana logró superar los 2,01 y 2,03 metros en el segundo intento. Se quedó en solitario en esa altura después de los tres fallos de la australiana Nicola Olyslagers. Entonces, Mahuchikh pidió 2,07 metros, un centímetro más que su marca personal, y superó el listón en el segundo intento con algo de margen.

Yaroslava Mahuchikh salta 2,10 metros en su primer intento

Llegó el momento de aumentar la apuesta, y Mahuchikh pidió los 2,10 metros, una altura que otros mitos femeninos, como la sueca Kajsa Bergqvist o la croata Blanka Vlasic, no habían logrado superar. Ambas se mantenían segundas en el ranking mundial de todos los tiempos con 2,08 metros hasta este domingo.

Yaroslava arqueó su espigado cuerpo (1,80 metros) para volar sobre el listón en su primer intentó y así lo hizo, visualizó el salto, armó las piernas y sacó toda su fuerza que tenía para elevarse donde ninguna mujer lo había hecho antes. Un récord histórico que llega a menos de un mes el comienzo de los Juegos de París, que se disputarán en otra sede, en el Stade de France de Saint-Denis.

La ucraniana estalló de alegría por un récord que muy pocos esperaban, en el Estadio Charléty de la capital gala. "Cuando logré la marca personal, mi entrenadora me dijo que era mejor parar y reservarse para los Juegos Olímpicos al ser un objetivo más importante. Pero sentí dentro de mí que podía hacerlo y, siendo sincera, quería intentar ese récord del mundo", explicó