La normativa de la Federación Europea que obliga a vestir bikini a las jugadoras de balonmano playa ha suscitado una gran polémica en Euskadi, tras conocerse que la Federación Vasca se plantea continuar en la competición estatal si se mantiene esta norma.
La polémica se ha desatado por la advertencia que la Federación Española hizo el pasado fin de semana, a 21 de los 22 equipos femeninos participantes en un campeonato disputado en Suances (Cantabria), de que el próximo año no permitirá jugar a los clubes que no asuman la normativa europea de disputar los partidos en top y bikini. Al hilo de esta controversia, el PSE-EE ha registrado ya una propuesta en las Juntas Generales (JJGG) de Gipuzkoa en la que critica esta decisión de la Federación Española de Balonmano y pide al Parlamento foral que inste a la Fiscalía a que, "a la vista de los hechos, valore la posibilidad de interponer una denuncia pública ante los tribunales". En esta misma línea, la portavoz socialista en las JJGG, Rafaela Romero, se ha cuestionado si "es necesario que las mujeres tengan que ir enseñando el cuerpo para jugar a un deporte", ha pedido a todas las instituciones que garanticen "el derecho fundamental de igualdad y no discriminación en la práctica deportiva", y ha reclamado la eliminación de "todas las prácticas sexistas y discriminatorias presentes aún en el deporte". Por su parte, la eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao, ha denunciado esta mañana ante la Comisión Europea "la normativa sexista elaborada por la federación continental de balonmano" que, en su opinión, "vulnera los principios de igualdad", además de resultar "sexista" y primar "el aspecto de las jugadoras sobre sus capacidades técnicas". La dirigente jeltzale, que ha puesto en marcha esta iniciativa en coordinación con el Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde, opina que esta reglamentación "vulnera la Ley Vasca de Igualdad" y resulta "discriminatoria porque no tiene parangón con la establecida para los competidores masculinos de la misma especialidad". Ha desvelado además que "la federación vasca de este deporte ha presentado ya una queja formal que recoge el malestar generalizado que esta norma despierta en las deportistas, quienes además pueden ser sancionadas por incumplirla". En un comunicado, Emakunde ha mostrado igualmente su rechazo a la citada normativa europea, así como su "disconformidad con la decisión de la Federación Española de Balonmano de exigir a las jugadoras de los equipos femeninos que jueguen con top y bikini". En su opinión, la norma no pretende que las jugadoras "estén más cómodas o rindan más", sino que busca "usar su imagen como reclamo", algo que "incurre en una vulneración del principio de igualdad y no discriminación".