El Logroño La Rioja ha vuelto a ganar este sábado, después de dos malos resultados, en un choque en el que solo ha tenido intensidad en el segundo tiempo, y no los 30 minutos, pero eso le ha bastado para ganar al MMT Zamora por un contundente 37-29.El Logroño La Rioja llevaba una magnífica segunda vuelta hasta que hace dos jornadas empató en casa con el Bidasoa; un partido que debió servirle de lección para no volver a emplearse con poca intensidad en función de la teórica superioridad sobre un rival.
Pero no parece haber aprendido la lección, al menos del todo, y saltó a la pista con una gran condescendencia por uno de los últimos clasificados, con poco ritmo y sin contundencia en defensa.
En parte estaba justificado por los desajustes en una defensa a la que regresaba Garabaya, tras dos partidos ausente, y en la que Juan del Arco asumía una posición poco habitual.
Pero más allá de eso, lo cierto es que el Logroño dio en todo el primer tiempo muchas facilidades a un Zamora muy voluntarioso y empeñado en acabar cada jugada.
Gracias a ello, los castellanos aguantaron en los primeros minutos (3-4, en el 8) y se mantuvieron en el partido mucho tiempo (12-12, m.20).
Imanol Garciandia y el brasileño Fabio Chiuffa fueron quienes más trataron de romper la monotonía local, en ataque (11 goles entre dos en el primer tiempo), pero eso no fue suficiente; sus compañeros siguieron sin apretar en defensa y así, el descanso llegó con una exigua renta para los riojanos (18-16).
El Zamora, muy serio en su juego y con mucha fe, trató de seguir igual en el inicio del segundo tiempo, pero pronto se encontró ante otro rival.
El equipo riojano empezó a jugar con más disciplina en defensa y eso le permitió correr y "matar" el partido al contraataque.
A los diez minutos los locales ya habían encarrilado el choque (25-19) y ya no volvieron a temer por el resultado.
En realidad, lo único que ocurrió en ese momento es que los dos equipos se pusieron a su verdadero nivel; los zamoranos siguieron luchando, como antes, y los riojanos subieron un par de escalones en intensidad y ritmo, y eso les fue suficiente para abrir hueco en el marcador.
De hecho, ya no bajaron de los siete goles de ventaja en el luminoso, ante un Zamora ya entregado y desfondado, y terminaron con ocho, uno más (, por un último penalti marcado por el joven riojano Eduardo Cadarso.
Ficha:
37.- Logroño-La Rioja (18+19): Aguinagalde (p), Juan Castro (1), Chiuffa (9,3p), Garabaya (1), Del Arco (2), Ángel Fernández (5), Garciandia (5), Krupa (p), Sánchez Migallón (3), Kusan (2), Kukic (4,1p), Montoro (2), Paredes (1), Javier Muñoz (1) y Cadarso (1p)
29.- MMT Seguros Zamora (16+13): Calle (p)(2), Ignacio Ceballos, Ander Iriarte (2), Octavio Magadan (5), Mouriño (6), Cangiani (1), Adrián Prieto (4), Luis Posado (p), Marc Abalos (1), Luis Cano (2), Jorge Martín (4), Iñaki Gómez (1) y Raúl Maide (1).
Parciales: 2-1, 4-4, 9-8, 12-12, 16-13, 18-16 (descanso), 21-18, 25-19, 29-22, 31-29, 34-26 y 37-29 (final).
Árbitros: Ignacio Pascual y Carlos Luque. Excluyeron por dos minutos a los locales Kusan (2 veces) y Sánchez Migallón; y al visitante Mouriño (2).
Incidencias: Alrededor de 1.700 espectadores en el Palacio de los Deportes de La Rioja.