El pivote uruguayo del Ángel Ximénez-Avia Gaby Chaparro afirmó que el pasado verano decidió dar por primera vez el salto a Europa desde Brasil para "aprender" y que por ello su objetivo es "mejorar cada día" en un balonmano diferente al americano.
Chaparro llegó a Puente Genil (Córdoba) procedente del Sao Caetano de la liga brasileña, en la que jugó los dos últimos años después de pasar antes por el Londrina Paraná de ese mismo país, Argentina y Uruguay, donde dijo que el nivel es "muy distinto" al de España, sobre todo "en la parte técnica y en el desarrollo del juego".
El internacional uruguayo declaró a Efe que en Sudamérica son "pocos los que se dedican al cien por cien al balonmano" y que, aunque él empezó a hacerlo en Brasil, fue "en otras condiciones", por lo que "siempre fue un reto" venir a España.
"Ahora intento mejorar cada día. Estoy jugando lo que esperaba, no vine con pretensiones, sino para sumar desde donde me toque. Cuando no me toca lo hago desde el banquillo", subrayó.
El jugador del Ángel Ximénez, de 23 años, aseguró que lleva cuatro meses "muy buenos" en los que ha ido adaptándose al equipo y "a las exigencias físicas de los entrenamientos".
Añadió que "siempre" siguió la Liga Loterías Asobal desde Uruguay y "más o menos" es lo que se esperaba, aunque no deja de sorprenderle "el nivel técnico de la mayoría de los jugadores y un juego muy táctico, pero que es bonito de jugar".
"Los resultados no nos están acompañando, pero vamos por el buen camino gracia al trabajo. Los puntos llegarán, como la tranquilidad en la tabla, porque confiamos en nuestras posibilidades sabiendo que hay que mejorar", manifestó el uruguayo.
Resaltó sobre la visita del domingo a la cancha del Secin Group Alcobendas, con el que el equipo de Puente Genil está igualado a 6 puntos en la zona de descenso, que es "uno de los rivales a los que hay que ganar con más razón porque el compromiso es mayor, aunque el planteamiento no cambia", ya que "siempre" salen a por la victoria.