El Bidasoa-Irun disputa esta semana dos partidos en Artaleku, este miércoles ante el Secin Group Alcobendas y el sábado frente a BM Logroño La Rioja, y es consciente de que si los gana, como ha hecho en todos los encuentros como local, entrará en la Copa Asobal más de 20 años después.
Sin esperar al sábado, un triunfo mañana significaría la clasificación virtual y quizás matemática, según los resultados de otros partidos, para esta competición, que disputan los cuatro primeros clasificados.
El Bidasoa, uno de los siete equipos que tiene este torneo en sus vitrinas (lo ganó en la temporada 92/93), volvería a disputarlo tras hacerlo por última vez en la campaña 96/97, cuando comenzaba el declive de su época dorada.
En cualquier caso, el equipo irundarra está centrado en la visita de los madrileños, que son segundos por la cola y no han conseguido ningún punto en sus desplazamientos. Eso sí, sorprendieron en su casa a Granollers y Anaitasuna, por lo que han demostrado que son capaces de ganar a casi cualquiera.
Otra cosa es visitar al segundo clasificado de la Liga Asobal, el equipo que está en boca de todos. Lo que en las primeras jornadas parecía una sorpresa se ha ido tornando en realidad y el equipo irundarra se mantiene en esa segunda posición con tres derrotas, en Cangas de Morrazo, en Santander y la prácticamente inevitable contra el Barça Lassa.
Con 15 puntos en su haber, los de Cuétara saben que tres o cuatro más serán suficientes para viajar a Lleida los días 15 y 16 para disputar la Copa Asobal, un paso más en el continuo crecimiento del club, que el año pasado logró disputar la fase final de la Copa del Rey, reservada a ocho equipos.
Es baja segura el central Jon Azkue y son dudas tras sus percances del sábado en Guadalajara el portero Xoan Ledo y el lateral izquierdo Rudy Seri, que volvía tras varias semanas sin vestirse de corto. Por primera vez desde que el 7 de septiembre sufrió un ictus, Adrián Crowley entrará en la convocatoria amarilla.