El triunfo de los 'Hispanos' ratifica el éxito del modelo español

El triunfo de la selección española en el Europeo de Croacia iluminó un año 2018 que ratificó el éxito del "modelo" español, una manera propia de entender el balonmano, que a día de hoy es el mayor patrimonio del balonmano nacional.

Ni la grave crisis económica que ha relegado a las competiciones nacionales a un segundo plano en el panorama internacional ha mermado la vitalidad de una escuela que se aparta de las tendencias predominantes en las que el físico prima sobre cualquier otro factor.

Una filosofía de juego que brilló con su máximo esplendor en el tramo final del Europeo con las victorias sobre Alemania, Francia y Suecia que permitieron a los 'Hispanos' coronarse por primera vez en su historia campeones continentales.

Gracias a un balonmano en el que la inteligencia y la riqueza táctica prevalecen sobre los kilos y centímetros, el conjunto español logró el título que se le había resistido hasta en cuatro ocasiones, tras perder las finales de 1996, 1998, 2006 y 2016.

Pero la "vía" española no sólo llevó al triunfo a la selección nacional, sino que también fue fundamental en los éxitos del Vardar macedonio, que dirige el técnico español Raúl González.

El preparador español que ya hizo campeón de Europa al Vardar en el año 2017, volvió a meter al conjunto de Skopje en la fase final de la Liga de Campeones, donde cayó en las semifinales (27-28) ante el Montpellier francés, que a la postre se proclamaría campeón.

Logros que han permitido a Raúl González llegar este verano al banquillo del París Saint Germain, el megaproyecto financiado por Catar y que cuenta con la mayor constelación de estrellas reunidas nunca.

Una muestra del reconocimiento del que goza la escuela española, que en 2018 se convirtió en un sinónimo de éxito, como atestiguan el triunfo en la Liga de Campeones femenina de Gyor húngaro, que sumó su cuarto título continental, el segundo consecutivo, bajo la dirección de Ambros Martín.

Aunque si algo refleja la validez del modelo español junto con el triunfo de los 'Hispanos' en el Europeo, es el título de Liga logrado por Juan Carlos Pastor, uno de los principales ideólogos del estilo español, en la Liga húngara, tras doblegar al todopoderoso Veszprem.

Sorpresa que no se produjo en las competiciones nacionales donde el Barcelona Lassa se alzó, un año más, con todos los títulos domésticos, pese a ver rota su racha de imbatibilidad en el campeonato liguero.

Un gol en el último segundo del lituano Rolandas Bernatonis permitió al Fraikin Granollers acabar con la racha de 146 encuentros ligueros -145 victorias y 1 empate- que los azulgrana acumulaban sin conocer la derrota, tras caer por 28-29 ante el conjunto vallesano en el Palau Blaugrana.

Más dramática fue la inesperada eliminación de los de Xavi Pascual en la Liga de Campeones, tras caer de manera inesperada ante el Montpellier francés en los octavos de final de la máxima competición continental.

Un varapalo que hizo reaccionar al Barcelona que ha elevado un peldaño más su nivel de juego con los fichajes del extremo danés Casper Mortensen, el pivote francés Ludovic Fabregas o el defensor brasileño Thiagus Petrus.

Refuerzos que han permitido a los azulgrana, que ya se han alzado con la Supercopa de España y la Copa ASOBAL, sumar tan sólo una derrota en el tramo inicial de la temporada, la encajada (35-34) en la primera jornada de la Liga de Campeones en la pista del Rhein-Neckar Löwen alemán.

Mucho más igualadas estuvieron las competiciones femeninas en las que el Liberbank Gijón se impuso en la Copa de la Reina y el Super Amara Bera Bera se alzó con el título de Liga.

Una competición liguera que poco a poco va elevando su nivel, como demuestra la clasificación, tras varios sin contar con un representante español, del Bera Bera para la fase de grupos de la Copa EHF.

Progresos que también se han visto reflejados en la selección femenina, que se colgó el oro en los Juegos Mediterráneos disputados en Tarragona.

Metales a los que las "Guerreras" no pudieron acercarse en el Europeo de Francia en el que las de Carlos Viver concluyeron en duodécima posición.

Un resultado que no refleja el carácter competitivo de una selección, inmersa en pleno proceso de reconstrucción, que fue capaz de plantar cara a potencias de la talla de Holanda o Rumanía.

Detalle que hace ver, pese al resultado final, con más luces que sombras el futuro de la selección, que sigue muy viva en la pelea por acceder a los Juegos Olímpicos de Tokio.

Igualmente brillante se perfila el futuro del balonmano playa español, que se colgó el oro en el estreno de esta modalidad en los Juegos Olímpicos de la Juventud disputados en Buenos Aires.