El pivote manchego Rubén Marchán busca en el Abanca Ademar, equipo con el que se ha comprometido para la próxima temporada, con opción por parte del club a una segunda, convertirse en un jugador "completo, con equilibrio en defensa y ataque", según señaló a EFE.
El jugador, que está a punto de cumplir los 25 años, ha considerado un "salto adelante", su fichaje por el conjunto leonés, después de haber militado las últimas cuatro temporadas en el BM Benidorm y debutar en la Liga ASOBAL con el Ciudad Encantada de Cuenca.
"Deportivamente es un equipo que supone todo un aliciente para cualquier jugador en el balonmano español y que también es un escaparate para poder crecer", afirmó.
Marchán explicó a Efe que los contactos con el conjunto ademarista se iniciaron esta misma semana, cuando contactó con él Manolo Cadenas y le expuso sus intenciones, después de haber consultado, según le comentó, con jugadores y entrenadores, entre ellos con el que ha permanecido las últimas campañas en el Benidorm, Francisco "Zupo" Equisoaín al que le une una amistad con Cadenas.
También el jugador de Manzanares quiso conocer cómo será su próximo técnico, el actual seleccionador de Argentina, del que destaca "su exigencia máxima, según dicen todos los jugadores que han estado con él, como mi ya excompañero Pablo Simonet, pero eso es algo que no echa atrás porque lo que se necesita para mejorar es que se exija al máximo".
En ese crecimiento, el jugador manchego cree que el mayor margen de mejora lo tiene en la faceta defensiva, después de haber actuado, prioritariamente, en labores ofensivas, "por lo que será necesario un trabajo extra propio y la confianza del entrenador".
Rubén Marchán ha reconocido que las opciones deportivas "y poder aspirar siempre a las primeras posiciones", es una de las razones de su deseo también de llegar a León, junto a la posibilidad de que Ademar pueda volver a disputar competición europea -Copa EHF- y poder debutar a nivel internacional.