Enrique Rubio,París, 16 oct (EFE).- Portero en París se escribe en español. En el París Saint-Germain, el gran club de la capital gala, los españoles Sergio Rico y Rodrigo Corrales custodian el arco de los equipos de fútbol y balonmano. Por si faltase algo, el "tico" Keylor Navas completa un trío que se entiende en castellano.,Rico (1993) y Corrales (1991) visitaron esta semana a los niños ingresados en el hospital oftalmológico y neurológico de la Fundación Rothschild y hablaron allí en exclusi
Enrique Rubio
París, 16 oct .- Portero en París se escribe en español. En el París Saint-Germain, el gran club de la capital gala, los españoles Sergio Rico y Rodrigo Corrales custodian el arco de los equipos de fútbol y balonmano. Por si faltase algo, el "tico" Keylor Navas completa un trío que se entiende en castellano.
Rico (1993) y Corrales (1991) visitaron esta semana a los niños ingresados en el hospital oftalmológico y neurológico de la Fundación Rothschild y hablaron allí en exclusiva con EFE sobre su peculiar oficio, su adaptación a Francia, los "cracks" que los rodean y por qué no cambiarían su portería por la del otro.
Un andaluz y un gallego. Introvertido uno y hablador el otro. Novato en París Sergio Rico y ya casi veterano Corrales. La conversación fluye entre los dos, hablan el mismo idioma (el de los porteros, claro), bromean, se interrumpen y al final de la conversación se cuela un invitado inesperado...
PREGUNTA: Sergio apenas lleva unas semanas en París. ¿Como lleva la adaptación?
SERGIO RICO: Hasta el momento la adaptación ha sido cómoda y fácil, ya que más de medio equipo habla español y conozco a muchos compañeros. El club te presta ayuda las 24 horas y eso influye mucho, a la hora de buscar hogar, de cualquier cosa que necesite. Una de las primeras ventajas es aprender otro idioma, que espero con el tiempo aprender un poquito...
RODRIGO CORRALES: Yo tengo que decir que le he visto bien con los niños, se ha manejado bien. Lleva dos meses aquí y lo veo a buen nivel. Es un idioma difícil, pero lo veo bien.
S.R.: Son dos grandes ciudades, venimos de Londres (de jugar un año en el Fulham), un poco caos.
R.C.: Para mi personalmente es muy importante poder tener la experiencia de vivir en una ciudad como esta. Aparte del idioma, conocer gente nueva y vivir fuera de tu país es una experiencia que recomiendo a todo el mundo.
¿Un consejo para Sergio? Es un hombre hecho y derecho, que ha jugado ya con la selección y fuera de España. Las personas de París son difíciles de conocer, de congeniar al principio. Pero una vez que aprendes el idioma la vida es mucho más fácil y mejor. Lo que más le deseo es suerte en lo deportivo, y lo demás ya vendrá.
P: ¿Por qué la decisión de venir a jugar a París?
R.C.: En mi caso hay un poco de todo. Como a todos, me sedujo la idea de representar a uno de los mejores clubes que hay en la actualidad.
Hay una cosa que quizá la gente se confunde mucho, por lo que he leído en España. Parece que París es un club nuevo, (pero) tiene mucha historia. Todo el mundo se basa en la inversión del presidente, del dinero procedente de Catar. Es cierto que París tiene un presupuesto importante, pero no es solo el dinero, sino la forma en que lo invierte, que bajo mi punto de vista es inmejorable. Las condiciones que nos dan son inmejorables, no sé qué piensa Sergio, pero....
S.R.: Totalmente de acuerdo. Esa exigencia hace que el nivel del club siga creciendo en busca de esos títulos que tanto desea. Estoy seguro de que llegarán porque se ha invertido muy bien. El club se está estructurando muy bien, mirando los pequeños detalles que al final son los que marcan la diferencia.
P: Tras el Sevilla y el Fulham, ¿qué anima a Sergio Rico a emprender una aventura así, sabiendo que las expectativas serán muy altas y la competencia dura?
S.R.: Esa es la mayor inyección de moral para dar el paso y aceptar ese reto: un nivel de exigencia muy alto, con un compañero que es uno de los mejores porteros del mundo. Creo que eso hace que decida desde el primer momento venir aquí: crecer como profesional, como portero, y seguir mejorando, vivir en un equipo más internacional, de un nivel top.
P: ¿Cómo llevan la competencia con Keylor Navas y con Vincent Gérard, respectivamente?
R.C.: Son deportes distintos y en balonmano los porteros intervenimos más porque hay muchas más acciones, muchos más tiros. En fútbol puedes tener dos o tres por partido y necesitas realmente estar fino.
Pero en los dos deportes lo que hay en común es que la posición es fundamental. Un buen equipo sin una portería que funcione es un equipo que no va a conseguir buenos resultados. En mi caso la relación es muy buena porque así lo entendemos los dos. Cuanto mejor sean nuestros resultados en el campo, más fácil para el equipo. Al final, en los deportes colectivos lo que interesa es el equipo, así que hasta el momento perfecta.
S.R.: Keylor es una buena persona, tiene un gran corazón y una humildad que le caracteriza allá por donde va. El trato es exquisito entre los dos. Sabemos que estamos para ayudar al máximo al equipo y que todo salga bien. Si todos vamos en la misma dirección, eso va a hacer que todo sea más fácil y que con esa competitividad sana el nivel de los dos suba y también el del equipo.
P. Han coincidido en el equipo con megaestrellas, pero por escoger a dos de cada uno, ¿cómo es jugar con Neymar y Mbappé para Sergio y con Karabatic y Hansen para Rodrigo?
S.R.: En los entrenamientos sólo con verlos ya los disfrutas. Ves que son algo especial, que tienen esa chispa que otros jugadores por desgracia no tenemos. Es muy especial poder convivir con ellos. Al fin y al cabo detrás de las estrellas son personas, tienen gran corazón. Yo por mi forma de ser me quedo con que son buenas personas, que ayudan a todos los compañeros, que a la hora de trabajar son los primeros...
R.C.: Aunque hay muchos en mi equipo, Karabatic y Hansen son dos líderes y así lo demuestran día a día en el entrenamiento y en los partidos. Los que somos más terrenales, más "humanos", aprendemos de ellos.
Aparte, los grandes jugadores no lo son por lo que pueden hacer en el terreno de juego, también porque personalmente tienen un aura que transmite que son los líderes. Y con lo que nos quedamos es que son grandes personas, sin ninguna duda. Son referentes. Además, para mi es un placer porque como son tan buenos te quitan responsabilidad... Es broma (ríe).
P. ¿Han probado alguna vez a ponerse en la portería del otro?
R.C.: Yo me equivoqué de deporte, tenía que haber sido portero de fútbol, que está mejor visto (risas). De pequeño jugaba a fútbol, simplemente porque era más alto que el resto, y las porterías eran muy grandes, así que los chicos tiraban arriba y yo era el único que llegaba. Era solo cuestión de altura, no tenía aptitudes. De hecho, si salgo de la portería soy malísimo. Nosotros calentamos a futbito, me vengo arriba y me pongo de centrocampista a dirigir el juego y la gente se cree "tú eres español, tienes que saber", pero no es siempre así. Estaría bien cambiar algún día si tenemos tiempo...
S.R.: Podríamos probar, mientras no me tiren sus compañeros (ríe).
R.C.: A mí el fútbol me encanta. Soy apasionado, pero desde el punto de vista del deportista. Cuando veo fútbol empatizo mucho con los jugadores. Tengo ciertos equipos de los que soy fan, pero eso no quiere decir ni fanatismo ni crítica. A veces sufro mucho con los errores.
Todos los deportes reúnen valores, pero el fútbol llega a mucha más gente. A los deportistas se les exige muchas veces estar con una sonrisa permanente. Pero la sociedad no se da cuenta de que, aunque es verdad que tenemos una vida buena y privilegiada, también somos humanos y a veces hay que respetar un poco más.
S.R.: Yo he probado alguna vez el fútbol sala, pero la portería chica me va muy mal. Necesito moverme, espacios...
R.C.: Yo pensaba que ibas fácil en fútbol sala.
S.R.: No, no al revés. Necesito mi espacio, moverme... Cambiar ahí me cuesta.
P: Hablaba Rodrigo de la necesidad de mostrar siempre una sonrisa de cara al exterior, ¿cómo lleva Sergio no ser titular, como le está tocando ahora?
S.R.: Son situaciones en el mundo del deporte que pueden pasar. No siempre las cosas salen como uno quiere, a todos nos gustaría jugar, pero es un rol que hay que aceptar. Hay que tomarlo como un objetivo que debes superar y eso te hará mejor profesional y portero, y así lo estoy tomando este año.
P: La selección. Sergio ha estado, y quiere volver. Corrales está muy asentado. El verano que viene esperan una Eurocopa y los Juegos.
S.R.: Yo fui a la última Eurocopa. Iba con Del Bosque asiduamente como tercer portero. Y espero volver, porque representar a tu país para mi es lo más grande que uno puede conseguir.
R.Ç.: Nosotros tenemos un objetivo claro: ir a los Juegos Olímpicos. A los anteriores no conseguimos clasificarnos por un gol, es algo que tenemos entre ceja y ceja. Nos queda todavía jugar una clasificación, también el campeonato de Europa, con lo cual en ese aspecto vamos con mucha prudencia, humildad y respeto. Para mi sería muy importante estar en Tokio.
P: ¡Y eso que España es la vigente campeona de Europa!
R.C.: Sí, sí, pero los Juegos Olímpicos es otra historia para nosotros. Sergio, entiendo que para vosotros los Juegos es diferente, ¿no?
(Sergio Rico le interrumpe. Acaba de entrar el argentino Mauro Icardi, flamante fichaje para la delantera del PSG este año)
S.R: Acaba de llegar Mauro, que es un portero frustrado.
MAURO ICARDI: Yo era arquero cuando era chico. Jugaba de delantero y de arquero.
Y entre porteros, frustrados y exitosos, queda ya el resto de la conversación.