23-31. Alemania se mantiene viva en la lucha por las semifinales
Viena, 16 ene (EFE).- La selección alemana se mantiene viva en la lucha por acceder a las semifinales del Europeo, tras imponerse este jueves por 23-31 a Bielorrusia, en un encuentro que los de Christian Prokop dejaron ya sentenciado al descanso (11-18).,De hecho, se podría decir que incluso antes, ya que desde los primeros minutos de partido quedó clara la incapacidad del equipo bielorruso para contener el juego del equipo germano.,Y es que pocas veces Alemania se ha sentido en este Europeo tan
Viena, 16 ene .- La selección alemana se mantiene viva en la lucha por acceder a las semifinales del Europeo, tras imponerse este jueves por 23-31 a Bielorrusia, en un encuentro que los de Christian Prokop dejaron ya sentenciado al descanso (11-18).
De hecho, se podría decir que incluso antes, ya que desde los primeros minutos de partido quedó clara la incapacidad del equipo bielorruso para contener el juego del equipo germano.
Y es que pocas veces Alemania se ha sentido en este Europeo tan cómoda sobre la pista como este jueves ante Bielorrusia, que permitió el partido de partido que más le gusta a los germanos.
Una sucesión constante de contraataques, frenéticas transiciones y rapidísimos ataques estáticos, con no más de dos o tres combinaciones, que permiten al equipo alemán mostrar sus mejores virtudes.
Todo ello sustentado en una fortísima defensa, que esta vez contó con la connivencia de los colegiados, que dejaron a los germanos utilizar cualquier método para controlar los movimientos del pivote Artsem Karalek, el principal recurso ofensivo del conjunto bielorruso.
Sin posibilidad de conectar con Karalek, constantemente agarrado por los defensores alemanes, la selección de Bielorrusia vio reducido su ataque a los lanzamientos lejanos, una faceta en la que no estuvo especialmente acertada.
Tal y como confirman los tan sólo tres goles de diez lanzamientos de nueve metros que lograron los de Iouri Chevtsov en los treinta minutos del primer tiempo.
Fallos y más fallos que permitieron alimentar el veloz juego de contraataque del conjunto alemán, en el que brilló con luz propia el joven extremo derecho Timo Kastening, que le ha ganado claramente la batalla por la titularidad a Tobias Reichmann.
Cuando Alemania no pudo recurrir a las fulgurantes contras de Kastening, siempre encontró el camino hacia el gol en los "cañonazos" de Julius Künh, al que los defensores bielorrusos permitieron lanzar sin apenas oposición.
Circunstancia que permitió a Alemania adquirir mediada la primera mitad una renta de siete goles (4-11), que los de Christian Prokop ya nunca se dejaron escapar.
Y eso que Bielorrusia mejoró notablemente en la segunda mitad, al menos en eficacia, en particular el lateral Uladzislau Kulesh, una de las grandes esperanzas del balonmano continental, que añadió al único tanto que anotó en el primer período otros cinco más en el segundo tiempo.
Goles que, sin embargo, no pudieron impedir la contundente victoria (23-31) del equipo alemán, que demostró que está dispuesto a rendirse en la lucha por acceder a las semifinales.
- Ficha técnica:
23 - Bielorrusia: Saldatsenka; Vailupau (4, 2p), Shylovich (4), Pukhouski (-), Kulesh (6), Yurynok (1) y Karalek (3) -equipo inicial- Matskevich (ps), Brouka (1), Nikulenkau (1), Shumak (-), Baranau (1p), Lukyanchuk (-), Padshyvalau (1), Bokhan (-) y Gayduchenko (1)
31 - Alemania: Wolff; Kastening (6), Häfner (2), Pekeler (2), Wiencek (1), Drux (1) y Gensheimer (3) -equipo inicial- Bitter (ps), Golla (1), Reichmann (2, 1p), Weber (5), Kühn (4), Böhn (1), Kohlbacher (1), Schmidt (1) y Zieker (1)
Marcador cada cinco minutos: 2-4, 3-7, 4-10, 7-14, 9-16 y 11-18 (Descanso) 14-20, 16-23, 18-24, 20-27, 21-19 y 23-31 (Final)
Árbitros: Kurtagic y Wetterwik (SWE). Excluyeron por dos minutos a Karalek, Shylovich, Gayduchenko y Lukyanchuk por Bielorrusia; y a Pekeler (2), Golla y Reichmann por Alemania.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada del grupo I de la segunda fase del Europeo de Suecia, Austria y Noruega disputado en el Satdthalle de Viena ante 5.267 espectadores.