Así troleaba Mike Tyson los controles antidopaje con un pene de plástico
La vida de Mike Tyson ha sido de todo menos tranquila. Aparentemente, la mejor época en cuanto a estabilidad parece ser la actual. El exboxeador norteamericano ultima su preparación para subirse de nuevo a un ring, a finales de noviembre en una pelea benéfica contra Roy Jones Jr.. Sin embargo, el peleador de Brooklyn sigue dando que hablar más por el pasado que por el presente o el futuro más inmediato. Y todo a raíz de la publicación de su autobiografía y las entrevistas que está ofreciendo.
La última ha sido en el Daily Star, en la que ha explicado con detalle cómo se saltaba los controles antidoping en su época de esplendor. "A veces utilizaba la orina de mi esposa y otras la de mi hijo", ha recordado un Mike Tyson que ya dejó caer hace poco sus trucos para hacer trampas. En este caso, el ex campeón mundial desgrana su sofisticado plan, que consistía en usar un "pene de plástico" en el que previamente había almacenado la orina de sus familiares y así hacer creer que todo era correcto a los miembros del comité antidopaje que le hacían las pruebas.
La carrera de Tyson ha estado plagada siempre de escándalos. Tanto fuera del ring (fue condenado por varios delitos, entre ellos la violación de una chica de 18 años) como dentro del mismo (tan sólo hay que recordar el mordisco a Evander Holyfield en 1997). Ahora parece mucho más centrado. Ha vuelto a entrenarse duramente y a asombrar al mundo con su indudable capacidad física. A sus 54 años no para de publicar en las redes sociales ejercicios que impresionan por su destreza. Si antes no paraba de fumar marihuana, ahora es esta sustancia, legal en muchos estados de norteamérica, la que le genera cuantiosas ganancias con su tienda de venta al público.