En el inicio de la semana más importante para el fútbol "soccer" en México, la de la liguilla por el título en el Apertura 2016, la capital mexicana dejó el esférico por unas horas y adoptó al fútbol americano de la NFL con el partido entre los Texanos de Houston y los Raiders de Oakland.El deporte-espectáculo que produce la liga estadounidense es incomparable y los mexicanos, la segunda mayor afición fuera de Estados Unidos con 25 millones de fanáticos, así lo reconocieron este lunes por la noche al llenar el estadio Azteca.
Los 75.000 asistentes, lejos de la marca de 103.467 personas que presenciaron el partido entre 49ers de San Francisco y Cardenales de Arizona en 2005, completaron el espectáculo con su participación en la tribuna.
El estadio, que sólo luce lleno cuando juega la selección mexicana de fútbol o cuando se enfrentan en el clásico nacional las Águilas del América y las Chivas del Guadalajara, como ocurrirá el jueves en la ida de los cuartos de final de la liguilla por el título, fue un auténtica fiesta.
A su máxima capacidad desde una hora antes del partido, el inmueble, dos veces mundialista en México 70 y 86, dejó a un lado el esférico y las porterías y las reemplazó por el ovoide y los postes del gol de campo, no tan comunes en este estadio.
En las afueras, el ambiente fue festivo, los mexicanos adoptaron y adaptaron a indumentaria y los disfraces de personajes que han visto por televisión y algunos en vivo en el estadio de los Raiders y se mostraron como auténticos seguidores del equipo de Oakland.
Rostros pintados de negro y plata y miles de "jerserys" de prácticamente todos los equipos de la NFL fueron el común denominador en el segundo partido oficial en México.
Pero aunque el partido intentó borrar y guardar toda relación con el fútbol "soccer", precisamente el famoso grito de "¡Eeeh puto!", que se ha arraigado en el balompié mexicano y que la ha costado dos multas de la FIFA, estuvo presente en el partido de la NFL en los despejes, puntos extras y goles de campo de Houston, el equipo visitante.
Administrativamente, los Raiders operaron en el estadio Azteca como locales y de verdad lo fueron ya que el público se tomó en serio su papel y festejó ampliamente los aciertos de su equipo, tanto a la ofensiva como a la defensiva, y abucheo todos los intentos de los Texanos.
La tribuna explotó con el primer "touchdown", el cual festejó ruidosamente.
El partido, que al final ganaron los XXXX, fue una prueba para que la NFL decida si continúa autorizando partidos en México en 2017 y 2018 y a la espera de lo que diga la organización estadounidense, al parecer los mexicanos cumplieron con nota aprobatoria.