El estallido de la guerra en Ucrania ha afectado a millones de personas. Algunas han podido abandonar su país, otras continúan atrapadas ante los distintos ataques procedentes de Rusia. En ElDesmarque entrevistamos a Julia Forsiuk, jugadora ucraniana de fútbol sala que se ha visto afectada por esta situación y que nos cuenta las vicisitudes de su viaje para salir de Kiev.
Tras pasar la primera noche en un sótano para protegerse de la guerra, Julia y sus compañeras decidieron emprender rumbo a un pueblo pequeño alejado de su Kiev natal la mañana del 25 de febrero gracias a que una de ellas disponía de coche. El viaje, que en condiciones normales duraría cuatro horas, se alargó hasta 18 horas debido al enorme tráfico para abandonar la capital ucraniana.
A ello se unió la falta de combustible, que pudieron ir subsanando durante el viaje gracias a la ayuda de distintas personas, y la poca experiencia previa de la conductora para soportar un trayecto de tal magnitud. Cuenta Julia que, a medida que se alejaban de Kiev, se encontraron con muchos tanques que se dirigían hacia la capital con motivo de la guerra.
Tampoco fue fácil la llegada hasta la frontera con Polonia, que tuvieron que realizar a pie durante varias horas ante la imposibilidad de disponer de vehículo. Una vez en la frontera, tuvieron que esperar durante cinco frías horas debido a la cantidad de personas que se disponían a abandonar Ucrania.
Gracias a la mediación de Next Level 360, su agencia de representación, y el CFS Arona Costa Sur, equipo donde jugará hasta final de temporada junto a su compañera de viaje Ksenia Hrytsenko, pudo poner rumbo hacia España desde Polonia. Todo ello, gracias también a los medios facilitados por la RFEF para realizar este viaje.
En el vídeo que encabeza esta noticia puedes escuchar al completo el relato de la internacional ucraniana Julia Forsiuk.