Indignación en el mundo del fútbol sala. Sucedió durante el Mundial, en un encuentro entre Francia e Irán. En la primera mitad del encuentro, ambas selecciones dieron una demostración de vergüenza ante todo el mundo.
Estaba en juego el liderato del grupo F y en los primeros veinte minutos ninguna de ellas quiso lanzar a portería. Es más, los debutantes europeos tan sólo realizaron dos disparos fuera de la puerta mientras que los iraníes realizaron seis, con dos de ellos a puerta.
La afición presente en el Bukhara Universal Complex se comenzó a hartar de estos dos países, llegando incluso a pitar. El objetivo de Francia e Irán era quedar segundo para poder evitar a Marruecos en octavos y a Brasil en unas hipotéticas semifinales, enfrentándose a Tailandia.
Pero sin duda, la imagen de la vergüenza la dejó Thibaut Garros. El portero francés no sólo no se esforzó al máximo sino que incluso se dejó uno de los goles, apartándose cuando el disparo iba a la portería y logrando su objetivo de quedar segundos.
Ahora Francia tras lo ocurrido se enfrentará a Tailandia. Su entrenador es Miguel Rodrigo, quien ha estado en el canal de Twitch para valorar lo ocurrido.
Miguel Rodrigo expresó su malestar: "Fue un ridículo espantoso. Cesiones entre jugadores... fue una vergüenza para nuestro deporte", dijo. "Honestamente no nos lo esperábamos por parte de Francia", admitió.
Sobre las medidas que pueden tomar, confesó que le consta que "las organizaciones estén tomando las medidas pertinentes", reconoció.
Precisamente su siguiente rival será Francia. Miguel Rodrigo confiesa que sus jugadores ya tienen aún más motivación de cara al encuentro: "Si ya la tienen, tras lo que ha pasado cuentan con ese 101% de motivación para afrontar el partido", dijo. "No haremos ningún tipo de reivindicación. Los jugadores se sienten dolidos. Francia es un rival que está fuera de nuestro alcance, pero para nosotros estar entre los ocho mejores sería algo histórico para el país", expresó.
Las reacciones dentro del mundo del fútbol sala han salido a la luz. No fue la única reacción negativa a lo que estaba ocurriendo. Darío Marinovic, jugador croata, también se quejó en redes sociales. "FIFA y todos se ríen de nosotros". Su compañero Franco Jelovcic ironizaba y aseguraba que 'nosotros queremos ser deporte olímpico'. El argentino Matías Lucuix dijo estar "sin palabras" mientras que Miguel Andrés, seleccionador español de Países Bajos catalogó el partido de "vergüenza".