La golfista española Nuria Iturrios, que lleva tres títulos esta temporada, en Rabat, Dubai y Alabama (Estados Unidos), se plantea como objetivo "llegar al número uno" del golf femenino mundial en los próximos años.
"Estoy muy contenta, el trabajo ya se ha hecho y ahora quiero seguir jugando y aprendiendo, ese es mi camino", dijo Iturrios, de 23 años, a su llegada al aeropuerto de Palma este martes.
Nuria Iturrios se impuso en el presente 2019 en los torneos de Rabat y Dubai, ambos del Circuito Europeo, y este último fin de semana en el de Alabama, del Symetra Tour.
La golfista balear -con raíces argentinas- fue recibida con flores por compañeros de su club, Son Servera, familiares, entre ellos su madre, Catalina, y una pancarta con la leyenda: "Enhorabuena campeona".
"No imaginaba ganar tres torneos consecutivos, pero la verdad es que estoy jugando bien, me siento muy cómoda", explicó una sonriente Iturrios, tercera en la clasificación de la Volvik Race for the Card, la clasificación del Symetra Tour que determinará a final de año las diez golfistas que lograrán la tarjeta del LPGA (máximo circuito profesional estadounidense femenino de golf).
"Espero cumplir con mi objetivo de jugar en la LPGA en los próximos años", añadió.
A la pregunta de si admira a una jugadora en especial, menciona los nombres de las españolas Carlota Ciganda y Azahara Muñoz.
"También admiro a Tiger Woods (golfista estadounidense), pero mi ídolo de verdad es Rafa Nadal", asegura la deportista mallorquina, que nació en la localidad de Son Servera, a pocos kilómetros de Manacor, ciudad natal del tenista actual número dos del mundo.
Iturrios confiesa, asimismo, que está haciendo los trámites para recuperar la letra zeta de su apellido original, pero reconoce que se está encontrando "con muchos problemas".
"Me gustaría que mi apellido se escribiera bien, es Iturrioz, pero he encontrado trabas burocráticas para cambiarlo en las oficinas que expiden los visados", señala.
Hasta el aeropuerto se desplazaron directivos de la Federación Balear de Golf y del club Son Servera (Mallorca), donde dio sus primeros golpes a los seis años.
El entrenador que le enseñó a jugar, José Luis Palacios, tiene una fe ciega en su pupila, según explicó a Efe: "Su juego es muy completo, muy equilibrado en todos los aspectos. Y sobre todo yo destacaría su mentalidad".
"Tiene una cabeza muy buena para la alta competición y sabe como soportar situaciones de presión. Le veo muy pronto entre las grandes, sin duda", apuntó Palacios.