El ruso Vladimir Morozov tomó ventaja en el duelo que mantiene con el estadounidense Caeleb Dressel por proclamarse "rey" de la velocidad de los Mundiales de piscina corta que se disputan en la ciudad china de Hangzhou, tras imponerse este viernes al norteamericano en la final de los 50 libre.
Su triunfo culminó la excelente jornada del equipo ruso, que se alzó con el oro en las tres finales individuales que se disputaron en la categoría masculina, gracias a las victorias de Kliment Kolesnikov en los 100 estilos y de Evgeny Rylov en los 50 espalda.
Sus resultados se vieron relegados a un segundo plano por el triunfo de un Morozov que no parece dispuesto a que nadie le discuta su condición de número uno mundial en la pileta de 25 metros.
Y eso que el rival no podía ser más formidable, el estadounidense Caeleb Dressel, la gran estrella de la natación mundial y el hombre destinado a tomar el relevo a Michael Phelps como la gran referencia de este deporte.
El reto llevó a Morozov a renunciar a participar en los 100 estilos, una prueba en la que el ruso parecía tener asegurado el oro, tras batir este año hasta en dos ocasiones el récord mundial.
Pero Morozov no quería que nada ni nadie le distrajese de su duelo con Dressel y concentró su esfuerzo en Hangzhou en las pruebas de 50 y 100 libre, en las que el norteamericano partía como su gran rival.
Una decisión que se demostró como la más acertada, tras el triunfo que Morozov logró este viernes sobre Dressel en la final de los 50 libre.
De hecho, el nadador ruso ya advirtió de sus intenciones en la final del 4x50 libre, la prueba que arrancó la jornada, y en la que Morozov batió por 4 centésimas a Dressel en la primera posta del relevo.
Victoria parcial que no sirvió para evitar que Estados Unidos se alzase definitivamente con el oro por delante de Rusia, tras lograr un crono de 1:21.80, nueva plusmarca universal.
Morozov se tomó cumplida venganza en la final de los 50 libre, en la que el nadador ruso aventajó, tras colgarse el oro con un tiempo de 20.33, en 21 centésimas a Caeleb Dressel, que tuvo que conformarse con la plata.
El resultado pareció espolear al conjunto ruso, que logró dos nuevas medallas de oro gracias a Evgeny Rilov, que con un tiempo de 22.58 derrotó por 5 centésimas al estadounidense Ryan Murphy en la final de los 50 espalda, y a Kliment Kolesnikov, que se proclamó nuevo campeón del mundo de los 100 estilos con una marca de 50.66.
Un botín al que Rusia no pudo añadir un nuevo oro en los 4x200 libre, tras verse superado por un sorprendente conjunto brasileño que, liderado por unos espectaculares Fernando Scheffer y Breno Correia, se alzó con el título con una nueva plusmarca -6:46.81- universal.
El récord del mundo también adornó el triunfo de la australiana Ariarne Titmus en la final de los 400 libre, en la que la joven "aussie", de tan sólo 18 años, dejó sin título y sin récord mundial a la gran favorita, la china Jianjiahe Wang.
Titmus, que ya fue la única capaz de seguir la estela de la imbatible Katie Ledecky en los Pan-Pacifics disputados este verano en Tokio, rebajó en 5 centésimas la plusmarca de Wang, que tuvo que conformarse con la plata, tras nadar en un tiempo de 3:53.92.
Por su parte, la húngara Katinka Hosszu no necesitó acercarse a su propio récord del mundo para lograr su cuarto título consecutivo en los 100 estilos.
La "dama de hierro", que ya acumula tres oros y una plata en Hangzhou, se impuso con un tiempo de 57.26 a la japonesa Runa Imai, plata con un crono de 57.85, y a la jamaicana Alia Atkinson, que logró el bronce con una marca de 58.11 tras un espectacular último largo en el que pasó de la octava a la tercera posición.
Completó la nomina de ganadores la holandesa Ranomi Kromowidjojo, que en ausencia de la sueca Sarah Sjostrom, cumplió con los pronósticos y se alzó con un tiempo de 24.47 con el oro en la final de los 50 mariposa por delante de la australiana Holly Barratt, plata, y la estadounidense Kelsi Dahlia, bronce.