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2.400 nadadores, de Asia a Europa en menos de una hora a través del Bósforo

Ilya U. Topper,Estambul, 21 jul (EFE).- Es la única competición de natación intercontinental: de Asia a Europa en menos de una hora... a través del Bósforo. O mejor dicho, a lo largo del Bósforo, porque simplemente cruzar esta vía de agua de menos de un kilómetro de anchura sería un desafío menor.,Por eso, los participantes en la Carrera intercontinental del Bósforo, que este domingo ha celebrado su 31 edición, se lanzan al agua en la orilla asiática para nadar en total 6,5 kilómetros, primero e

Ilya U. Topper

Estambul, 21 jul .- Es la única competición de natación intercontinental: de Asia a Europa en menos de una hora... a través del Bósforo. O mejor dicho, a lo largo del Bósforo, porque simplemente cruzar esta vía de agua de menos de un kilómetro de anchura sería un desafío menor.

Por eso, los participantes en la Carrera intercontinental del Bósforo, que este domingo ha celebrado su 31 edición, se lanzan al agua en la orilla asiática para nadar en total 6,5 kilómetros, primero en dirección al Mar de Mármara, antes de dirigirse a la orilla en el lado europeo.

Los más expertos consiguen recorrer la distancia en unos 50 minutos. Y ser "experto" no significa necesariamente tener los mejores músculos o el mejor entrenamiento de natación: aquí, lo que cuenta es conocer los corrientes.

Así lo explica a Efe uno de los participantes, Alper, que está por décima vez encima de la plataforma para lanzarse al agua.

"Nadar es lo de menos. Hay que saber por dónde van las corrientes. Aquí corre a nuestro favor, pero en la meta de llegada tendremos una muy fuerte en contra", dice el deportista de 36 años.

De hecho, desde la meta de llegada se pueden observar a veces nadadoras que tras hacer un excelente tiempo a lo largo de casi toda la carrera tardan diez minutos en recorrer los últimos cien metros: es como nadar río arriba. Quién lo sabe se deja llevar más lejos en el lado asiático y gira una vez pasada la meta.

Alper está esperando la señal de partida en la cubierta de un buque de pasajeros que la organización ha alquilado para la ocasión.

Junto con tres amigos y dos amigas, todos ellos ya veteranos de la competición - el más joven empezó a los 16 años - está haciendo ejercicios para tener el cuerpo preparado.

"Lo peor es que las corrientes ni siquiera son las mismas todos los años", relata. "Esto depende de los vientos. El año pasado tuvimos lodos -un viento a veces huracanado cargada de humedad - y nos puso las corrientes en contra. Este año será mucho mejor", explica.

Y efectivamente, hace un inmejorable día de verano, con suave brisa en el muelle de Kanlica, un poco al norte del segundo puente del Bósforo. El primer puente se intuye en la lejanía: allí, poco antes del barrio de Ortaköy, está la meta.

El último carguero pasó hace una hora: ahora, todo el Bósforo, una de las vías marítimas con más tráfico del mundo, está cerrado a todos los barcos grandes.

Lanchas motoras con equipos de rescate y algunos barcos de la guardia costera cruzan ante la orilla. Un buzo con equipo de oxígeno se ha metido en el agua discretamente, por si acaso.

En una esquina de la plataforma, varios nadadores con discapacidad han dejado alguna pierna ortopédica: ellos serán los últimos en lanzarse al agua, acompañados por una par de voluntarios en canoa.

Pero no hay que confiarse: hay nadadores sin piernas que llegan a la meta antes que la mayoría de los que tienen todas sus extremidades.

Este año, la muchedumbre de cuerpos en bañador que se agolpa sobre la plataforma es mayor que nunca: 2.400 participantes han sido admitidos, la mitad de ellos turcos, la otra mitad extranjeros.

Puede registrarse cualquiera deportista que tenga o bien una licencia de natación o bien una carta de un entrenador profesional. La tasa son 200 euros.

Eso sí, pocos son los afortunados: cuando se abrió en Internet la fase de registro, el 4 de enero pasado, el cupo se agotó en ... 15 minutos, sabe Alper.

Según informa el Ayuntamiento de Estambul, este año, los participantes vienen de 59 países; el más joven tiene apenas 14 años y el mayor 89.

Y destaca un invitado especial: el dominicano Marcos Díaz, uno de los nadadores de ultra distancia en aguas abierta más conocidos del mundo, famoso por nadar en 2010 entre cinco continentes.

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