La Super Bowl 2024 volverá a ser una de las competiciones más seguidas en la historia de los deportes. La asistencia de Taylor Swift. además de la del cantante invitado, Usher, son dos presencias que colocan el choque como uno de los más demandados en los últimos. El coste de las entradas, de la comida, de los anuncios y los derechos de retransmisión del espectáculo le sitúan le sitúan en con creces en la edición más cara de la historia.
Las entradas casi duplican las que costaron el curso pasado. Después de contar con una entrada media de 9.815 dólares según TickPick, la más cara en StubHub se sitúa en uno de los fondos y se coloca en 18.112 dólares por entrada. Unas cifras que dejan muy atrás no solo el coste medio por entrada para la Super Bowl 2023, que estaba en 5.678 dólares; sino la más barata que rondó los 4.100 dólares. Unas entradas, obviamente, están muy alejadas en el precio con respecto a las zonas VIP. Desde 20 entradas con un coste total de 1,9 millones de dólares hasta los 180.000 dólares por día por cuatro entradas, con bebida y comida, hasta los 300.000 dólares por ocho entradas.
Si eso, según la cadena estadounidense ABC le situaba como el más caro de la historia, la cantidad de ingresos por otros conceptos hacia la organización le hacen contar con todavía un número mayor de ingresos en total. Los más de 100 millones de espectadores de media que se esperan y que registra cada año la Super Bowl, hace que multitud de marcas realicen millonarias inversiones para salir en el espacio que ocupa el evento deportivo.
La revista Forbes anunció que el año pasado cada anuncio de 30 segundos costó aproximadamente 7 millones de dólares. Un año antes la Super Bowl había producido en publicidad 578,4 millones en ingresos durante el partido. Una cifra que se espera que sea similar a la que se mueva esta temporada teniendo en cuenta que, según Statista, en las últimas dos décadas los precios variaron en torno a los 100.000 y un millón de dólares.
Lo que si se sabe es que estrellas como Arnold Schwarzenegger, Steve Austin, Tom Brady, Jenna Ortega, Chris Pratt, David y Victoria Beckham, o Leo Messi serán los protagonistas de esos anuncios. Entre las empresas anunciantes se encuentran Kawasaki, Coors Light, BetMGM, M&M’s, Budweiser, Volkswagen o Sketchers, entre otros.
Sin embargo, el precio de las alitas y los camarones, típicos en un menú del evento deportivo más importante de la NFL han bajado respecto al año pasado. El primero, según Bloomberg, bajaron en enero con respecto al año pasado un 5% y un 11%, frescas y congeladas respectivamente. Las gambas frescas también lo hicieron hasta un 6,4% menos. Gran parte de ello se debe a la abundante producción. La bebida, el pasado mes de diciembre, pasó a ser de 57 centavos de dólar por lata en un grupo de 12 hasta los dos litros que costaba 2,11 dólares.
Sin embargo, no todo fue a mejor precio. Los precios de la carne picada subieron un 12%, las totillas fritas subieron un 6% a finales del mes de diciembre; a la vez que las papas fritas y la salsa lo hicieron un 5% y un 3%, respectivamente. La salsa de aguacate y el guacamole lo hicieron, pero más sensiblemente, un 1%.
Con respecto al precio que se puede encontrar dentro del estadio. El año pasado llegó rondar entre los 12 dólares y los 15 dólares. Unos precios que se espera que sean similares este curso.
Los Angeles Times anunció en 2022 que la Super Bowl de aquel año registró un récord de ventas de alimentos en el estadio. 167.37 dólares, el más alto en la historia de un Super Bowl.
En clave derechos de retransmisión, la NFL cerró hace dos años una venta de sus derechos de retransmisión por 110.000 millones de dólares con Amazon, CBS, ESPN/ABC, FOX y NBC por 11 temporadas. En cuestión de merchandising y hospitality, en la edición de 2021 registró un récord con un gasto de 212 dólares de media, según Palco21.
Un conjunto de gastos de los aficionados y de los anunciantes que de acercarse a los de los años mencionados colocarían todavía más en la cima a la edición de 2024.