Ryōyū Kobayashi, la estrella japonesa del salto de esquí, ha hecho historia. Ha batido un nuevo récord mundial en el salto de esquí más largo, superando el récord anterior por una distancia extraordinaria de 37,5 metros.
Lo ha hecho tras deslizarse desde una plataforma natural y volar durante 291 metros antes de aterrizar sobre la nieve.
No obstante está por ver si la FIS (Federación Internacional de Ski) lo da como válido. Están estudiando si homolargo y darle validez.
Aunque Kobayashi competía contra si misma al poseer el segundo salto de esquí más largo del mundo, con una marca personal de 252 metros, ninguna de las plataformas de vuelo de esquí existentes en el mundo podía proporcionarle las condiciones físicas que necesitaba para este intento.
Este hito no sólo marca un triunfo deportivo, sino que también tiene un profundo significado personal para el atleta de 27 años. Desde su infancia en la prefectura japonesa de Iwate, Kobayashi ha soñado con llevar el salto de esquí a nuevas alturas. Su dedicación incansable lo ha llevado a la cima, acumulando 32 victorias individuales y dos títulos en la Copa del Mundo, así como medallas de oro y plata en los Juegos Olímpicos de 2022, junto con tres títulos en el prestigioso torneo Four Hills.
"Este salto ha sido un sueño para mí durante mucho tiempo, ya que siempre he querido saltar más lejos que nadie y quiero seguir superando los límites", dijo Kobayashi.
Todo esto empezó en Islandia. Tras dos años de búsqueda, descubrió el lugar ideal en Hlidarfjall Akureyri, en el norte de Islandia. Allí, exclusivamente para la ocasión, el equipo de Kobayashi dedicó más de dos meses a esculpir una plataforma de saltos de esquí sobre nieve en el terreno natural que tiene 1.115 metros de altura en la salida, descendiendo a través de una diferencia de altitud de 360 metros con una pendiente máxima de 36 grados.
En Japón, Kobayashi es admirado no solo por sus impresionantes saltos, sino también por su estilo y conocimiento de la moda lifestyle. Estas dos facetas se fusionaron en el casco que lució en Islandia, diseñado por la leyenda de la moda y de influencia mundial Hiroshi Fujiwara.
"Mi motivación también vino de pensar en todas las personas implicadas en este proyecto: lo hice por todos", dijo Kobayashi. "Arriesgue todo para llegar lo más lejos posible en este entorno increíble", confesó.
El logro de Kobayashi estableció un nuevo récord mundial: el salto de esquí más largo (291 m). Además, en más de dos siglos de récords de salto de esquí registrados, casi todos habían sido superados por unos pocos metros o menos. Ninguno se acercó ni remotamente al margen de 37,5 m de Kobayashi. El atleta alcanzó una velocidad máxima de 107 km/h en el despegue, y su tiempo suspendido en el aire fue de 8 segundos.