No pudo ser. En el Estadio Nacional se quedó la Copa Ibérica y la clasificación europea. El VRAC no tuvo su mejor día pero, pese a ello, llegó a los últimos minutos con posibilidades de victoria. No obstante, nada tuvo que ver el encuentro con el 41-11 de hace dos años, lo que pone de manifiesto el crecimiento del Quesos, que ha competido contra absolutamente todo los rivales europeos que ha tenido enfrente.
La primera parte careció de rugby vistoso. Desde lo primeros minutos el encuentro fue trabado, sin apenas alternativas y la sensación de que ambos tenían controlado el duelo. Direito improvisaba buscando velocidad individual, el Quesos no cedía en las estáticas, con clara mejora en touch pero sin conseguir poner en complicaciones a los portugueses, que se sentían cómodos buscando abiertas que no se definían por errores en los últimos metros. La amonestación a Mangan cumplido el primer cuarto de hora dejó en inferioridad a los de Merino, que supieron mantener el tipo durante los diez minutos de castigo.
Al VRAC le costaba avanzar, pero en sus tímidos acercamientos sacaba dos castigos que Griffiths hizo buenos y que permitieron al Entrepinares ponerse por delante en el marcador durante muchos minutos. Direito se mostraba valiente, renunciado a patear, e intentando ensayar, confiado de sus posibilidades. Una patada larga que alcanzó terreno de marca fue la mejor ocasión quesera en el primer tiempo. Rodrigo López acudió a la presión pero Direito se apresuró a alejar el oval para evitar mayores complicaciones.
Cerca del intermedio, Antonio Ferrador consiguió el primer ensayo de los portugueses, tras una acción por el costado derecho en la que el VRAC careció de contundencia, principal hándicap durante los primeros 40 minutos. Era la primera vez que los lusos tomaban ventaja en el marcador. Mejorar en los placajes, frenar el juego abierto de Direito y dar un paso adelante era el reto para el segundo acto.
Y con esas intenciones volvió el Quesos de los vestuarios, impulsado a mayores por los cambios de Merino. En seis minutos conseguía voltear el resultado gracias a una patada entre palos de Gareth Griffiths y la amarilla al talonador rival, Duarte Diniz. El VRAC se las prometía felices, pero Direito no solo resistió, sino que se sobrepuso a la inferioridad con un castigo transformado que obligó a los vallisoletanos a apretar los dientes para no quedarse sin opciones de victoria. Encontró entonces el Entrepinares sus mejores momentos del partido. Eso sí, con más garra que cabeza. Las imprecisiones se multiplicaban cuando se cantaba el ensayo pero, aún así, el VRAC encerraba al Direito, que sufría para evitar la marca quesera. Otros dos castigos, uno para cada equipo, dejaban el partido 19-12 a falta de diez minutos para el final.
Cuando los aficionados locales del Estadio Nacional veían cerca el drama, con el Quesos percutiendo sin descanso, un error mayúsculo en una patada que buscaba encontrar el lateral pasada la veintidós tiró por la borda todo el trabajo. Direito ensayó y sentenció con un nuevo castigo de Nuno Guedes segundos antes de que el colegiado escocés diese por terminado el encuentro.