La igualdad con la que se llegó a los últimos minutos de la final liguera condenó al VRAC a una dolorosa derrota frente a un Silverstorm El Salvador que supo gestionar mejor los momentos clave del partido y que selló su victoria con una transformación de castigo de Sam Katz segundos antes de que el colegiado señalase el término del encuentro.
Merecidamente, El Salvador se llevó la Liga. Lo hizo con su primera equipación, la misma con la que no pudo jugar la final de 2014 y la que utilizó hace poco más de un mes en la de Copa y que obligó al Quesos a utilizar su segunda. Extraño criterio que para nada afectó en el resultado.
El partido comenzó y terminó trabado, pero entremedias dejó minutos de rugby lucido y que argumentaba la presencias de ambos equipos en la final. En las gradas, miles de aficionados que han encumbrado al rugby a lo más alto del panorama deportivo vallisoletano. Aguantaron bajo la lluvia, que se entremezcló con un tímido sol y unas condiciones perfectas para la práctica del rugby.
Fue Gareth Griffiths el que subió los primeros puntos al marcador, aprovechando un castigo cometido por El Salvador cercano a la veintidós y centrado. Acto seguido, Sam Katz tuvo la oportunidad de poner las tablas replicando con una patada, pero el oval se fue por escasos metros. Así las cosas, el Quesos respondió con el primer ensayo del partido aprovechando una perdida chamiza que no perdonó Nuno Penha y que Griffiths no consiguió confirmar.
Sin mucho tiempo para asimilar la ventaja, El Salvador consiguió su primera marca por medio de Dani Marrón tras encadenar varias fases y posar en la parte derecha del ataque de los de Juan Carlos Pérez. Katz no falló esta vez y ajustó el resultado. Con ganas de volver a distanciarse, el VRAC asumió la responsabilidad del juego y la posesión, pero no terminó de cerrar las jugadas, pecado cometido en más de una ocasión durante gran parte de la temporada. El Quesos ponía el juego pero erraba en el momento clave, con el Silverstorm ejecutando una buena defensa. De hecho, los mejores minutos del partido por parte de los de Merino no encontraron premio en forma de puntos. Antes del descanso, de nuevo los pateadores pasaron el oval y el +4 a favor del VRAC fue el resultado al descanso con el 14-10.
A la vuelta de vestuarios fueron los chamizos los que salieron lanzados a por la remontada. Tras unos minutos de imprecisiones, Griffiths volvió a acertar con su zurda y el Quesos cobró una ventaja de siete puntos, lo cual suponía un margen de recibir un ensayo transformado. La respuesta chamiza volvió a llegar con el pie y con Katz como protagonista, que repetiría gracias a las concesiones queseras en los castigos a veinte minutos del final apretando el duelo con el 17-16.
Con todo por decidir, Griffiths demostró su clase sin temblar con un drop que premiaba en menor medida las intentonas del VRAC por conseguir su segundo ensayo. Sin embargo, el Quesos no se mostraba fiable en la recta final, lastrado también por las continuas lesiones durante el encuentro fruto de una temporada que se ha hecho muy larga. Así, Raphael Blanco ensayó y volteó el marcador. Pero una nueva patada de Griffiths volvía a darle el título al VRAC. Casi saboreándolo, y con más de medio Pepe Rojo pidiendo la hora, un castigo a favor de El Salvador permitió a Katz darle la octava Liga a los suyos.