La selección española de rugby 7 disputa este fin de semana en Mónaco el torneo de repesca mundial que otorgará la última plaza para Río 2016, con la que España sueña pese a la presencia de Samoa y Canadá, novena y decimotercera clasificadas de las últimas Series Mundiales, respectivamente.Entre sus quince rivales, y considerando que sólo el campeón irá a los Juegos Olímpicos, España también deberá vigilar a tres selecciones que la han batido esta temporada en distintos torneos oficiales, Alemania, Rusia y Hong Kong, además de a Irlanda, que ha preparado con mimo esta cita pese a su ausencia de los circuitos mundial y europeo.
La selección nacional ha quedado encuadrada en el grupo D, cuyos partidos se disputarán mañana sábado, donde la cabeza de serie es Hong Kong, verdugo de España en el pasado torneo de ascenso a las Series Mundiales, y también figuran México y Corea del Sur.
La presencia de estos dos últimos rivales, en teoría bastante asequibles, debe garantizar a España el pase a la fase final, que se celebrará el domingo, si bien sería interesante clasificar como líder de grupo para granjearse un cruce más favorable en los cuartos de final.
España se cruzará en cuartos con los superviviente del grupo A, el más complicado a priori, en el que están Samoa, Tonga, Zimbabue e Irlanda; Canadá, Alemania, Uruguay y Sri Lanka conforman el grupo B, mientras que Rusia, Chile, Marruecos y Túnez figuran en el grupo C.
José Ignacio 'Tiki' Inchausti, seleccionador nacional, pondrá en liza en el estadio Louis II de Montecarlo un plantel muy similar al que obtuvo hace doce semanas una decepcionante séptima plaza en la etapa del Campeonato de Europa celebrada en Moscú, donde además cosechó derrotas ante rivales directos como Alemania y Rusia.
La única variación con respecto a aquella convocatoria ha sido la entrada del apertura del Alcobendas Pablo Fontes en sustitución del ala del Cisneros Marcos Poggi, quien se produjo en dicho torneo una grave lesión en la rodilla izquierda.