Tres años después de su descenso y seis semanas después de recuperar la categoría en Hong Kong, aunque no será miembro de pleno derecho hasta la próxima temporada, la selección española de rugby 7 vuelve este fin de semana en París a competir en las Series Mundiales.España es la selección invitada para las dos últimas etapas del principal circuito internacional de la temporada 2016-17, la que arranca mañana en la capital francesa y la que se disputa dentro de una semana en Londres, que serán decisivas para determinar a qué selección suple a partir del próximo otoño.
Japón y Rusia se disputarán la decimocuarta plaza, que marca la permanencia, con una sustancial ventaja para los europeos, pues tienen nueve puntos más que los asiáticos, sorprendentes colistas tras haber sido el pasado verano semifinalistas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
La selección nacional, que viaja a París con más de medio plantel remozado respecto del que ganó el torneo de ascenso en Hong Kong, siete jugadores sobre doce, está encuadrada en el grupo C junto a Inglaterra, subcampeona olímpica; Francia, anfitriona y campeona de Europa; y Kenia.
El objetivo realista de España en la jornada del sábado, en la que cada selección se medirá con los tres rivales de su grupo, no será clasificarse para unos cuartos de final que nunca ha disputado en su historia, sino sorprender a alguno de sus adversarios y demostrar que puede ser competitiva la próxima temporada.