La selección española de rugby 7 se ha clasificado para los cuartos de final del torneo de Moscú, primera de las cuatro etapas del Campeonato de Europa, a pesar de que en la primera jornada sólo ha logrado vencer a Polonia (40-0) y ha perdido contra Italia (0-14) y Rusia (12-17).España se llevó una desagradable sorpresa en su debut frente a una Italia que le ganó la batalla física, en lo que resultó una demostración de que este Campeonato de Europa se decidirá más en función de la frescura de los participantes que de sus cualidades técnicas.
La asfixiante defensa de los transalpinos impidió que los españoles explotasen sus escasas posesiones, e Italia se aprovechó de la velocidad de Gino Lupini para adelantarse a los tres minutos, antes de que Simone Rossi doblase la diferencia (0-14) al borde del descanso.
Los cambios introducidos por Pablo Feijóo no causaron ningún efecto en la segunda parte, en la que Italia se mantuvo firme en los placajes ante un rival cuyos jugadores más fiables, como Jaike Carter o Paco Hernández, se perdieron en errores groseros de manejo de balón.
El partido contra la débil Polonia, firme candidata al descenso, supuso un respiro para los españoles, que se adelantaron en la primera acción ofensiva del partido por medio de Manu Sainz-Trápaga, bien servido por Pol Pla desde el ala izquierda.
Las exclusiones temporales casi consecutivas de los polacos Gdula y Plonka facilitaron la labor de España, necesitada de cuidar su 'average', que marcó distancias antes del descanso (26-0) con dos marcas del capitán, Igor Genua, y otra de Pol Pla.
En la segunda mitad, reinaron el desorden y la indisciplina, con numerosas faltas por ambos equipos, por lo que España apenas pudo aumentar su cuenta con dos ensayos más, uno de Lucas Levy y otro de Jacobo Martín, que llevaron el tanteo hasta un rotundo 40-0.
Rusia, gran favorita para la victoria final y única nación invicta en la primera jornada, padeció el buen inicio de los españoles, que se adelantaron a los dos minutos mediante una acción personal de Sainz-Trapaga, quien sacó un golpe de castigo para sí mismo y corrió a ensayar entre palos.
Bajo un tremendo aguacero que complicaba sobremanera los pases, la fortaleza de los delanteros españoles se imponía sobre los anfitriones, que encajaron una segunda marca, posada por Levy, antes de que Vladislav Lazarenko e Igor Galinovski, todavía en la primera mitad, apretasen el tanteo (12-10).
España organizó su entramado defensivo para la segunda parte, pero terminó por ceder a la presión de los rusos, quienes se adelantaron (12-17) con un ensayo de German Davydov a la salida de una melé a cinco metros y consiguieron robar el balón en el último ataque a la desesperada de los españoles.