Inglaterra sorprendió en el Aviva Stadium de Dublín (20-32) a Irlanda y se postula como la gran favorita a recuperar el trono del torneo Seis Naciones de rugby que le arrebató en la pasada edición el propio XV del Trébol.
El cuadro inglés, tras su más que discreta participación en 2018, se lleva además una dosis de autoestima y confianza imprescindible para volver a ser protagonista en este mítico torneo e incluso en ver con más optimismo en el horizonte el Mundial de Japón.
La victoria ante Irlanda, con bonus incluido, es de las de prestigio, sobre todo después de los difíciles momentos vividos, y más en un escenario donde no ganaba desde hace seis años. Inglaterra había avisado con la ajustada derrota ante Nueva Zelanda y las victorias sobre Australia y Sudáfrica en los amistosos otoñales.
El ensayo en los primeros compases de Jonny May, convertido por Owen Farrell, fue la demostración más palpable de que esta vez el XV de la Rosa no iba a ser fácil presa para la gran favorita.
Ni siquiera la reacción de los verdes, con un golpe de castigo de Johnny Sexton y un ensayo de Cian Healy, convertido puntualmente por Sexton (10-7) aplacó la ilusión de los ingleses.
Estos, muy intensos, supieron además aprovechar las equivocaciones de Irlanda y con otra marca, ahora de Elliot Daly, y la conversión de Farrell, se marcharon al descanso con ventaja (10-14).
Farrell, con un nuevo golpe de castigo, amplió en la reanudación la ventaja de Inglaterra (10-17). Ni la respuesta de Sexton (13-17) relanzó a Irlanda.
Henry Slade, a un cuarto de hora del final, logró el tercer ensayo inglés, y poco después Farrell, con un golpe de castigo, firmó la sentencia (13-25).
Henry Slade, con la cuarta marca, otra vez confirmada por Farrell, agrandaron la brecha hasta el 13-32 que John Cooney y Sexton dejaron sobre la campana en 20-32.