Ana Belén Jiménez
Valencia, 19 feb .- El rugby se ha convertido en la esperanza y alternativa para jóvenes migrantes como Mohamed y Aisha, que han encontrado en el rugby "una nueva razón para soñar", según han declarado a Efe los sierraleoneses que, como muchos otros jóvenes, recorrieron en patera el peligroso trayecto que apodan "la souffrance" (el sufrimiento) en busca de una vida mejor.
Ambos jóvenes, Mohammed (23 años) y Aisha (27 años), que proceden de zonas empobrecidas y en conflicto, jamás pudieron imaginar que en Valencia el rugby les ayudaría a superar el arriesgado viaje en patera que a unos les obliga a cruzar el mar Mediterráneo y a otros, con mayor riesgo, atravesar a pie el desierto del Sahara, según indican expertos de las organizaciones solidarias que les ayudan.
Tras superar esa prueba, los jóvenes llegan a los bosques de Marruecos, donde sobreviven entre matorrales y barrios marginales hasta que, finalmente, logran llegar a España por la Costa Sur en condiciones precarias donde son interceptados y llevados a pisos compartidos por entidades solidarias como Cruz Roja, Save the children o Cáritas.
A pesar del traumático viaje, "Aisha y Mohamed fueron desde el primer momento participativos y vinieron muy motivados por integrarse", según afirman los profesionales de las organizaciones solidarias, y por ello el deporte se convierte en una "actividad fundamental donde se habla un lenguaje universal, se relacionan con gente autóctona del país y desconectan de la situación en la que se encuentran".
Sobre todo en el caso de las mujeres, el deporte posee un fuerte carácter didáctico e incluso terapéutico, pues según alertan las organizaciones solidarias, muchas de ellas "sufren violaciones durante el trayecto", por lo que en su caso el rugby las mantiene ocupadas y les hace desconectar de "la mochila que llevan detrás".
Aisha y Mohamed comenzaron a practicar rugby de forma casual en la búsqueda de actividades con otros migrantes llegados a Valencia, algunos procedentes del Aquarius, y ahora se encuentran inmersos en una "aventura inesperada", según reconocen ambos, gracias al club de rugby Les Abelles, que organizó una colecta para conseguir el equipaje deportivo necesario para ambos.
Además, los jóvenes han sido federados por el club valenciano debido a sus "indudables cualidades" en el deporte, así lo ha asegurado el club que añade que "por primera vez en su vida se sienten importantes y que forman parte de algo".
Según el club valenciano, el joven sierraleonés Mohamed, que practica fútbol además de rugby, posee "un físico y unas cualidades innatas" para la práctica de cualquier deporte, tanto es así que en muy poco tiempo se incorporó al equipo que juega en Tercera regional.
"Los principios fueron duros porque todo era nuevo para mí pero las personas me acogieron desde el primer momento", asegura Mohamed agradecido, aunque reconoce que aún necesita perfeccionar sus aptitudes en el juego.
Por su parte Aisha admitió risueña que decidió jugar porque se "aburría en el taller de peluquería"; tan solo lleva un mes practicando rugby y ya sueña en convertirse en una gran jugadora, así como responder a la confianza que el club ha depositado en ella.
"Especialmente en el rugby tienes que tener coraje y ser guerrera, al igual que en la vida", reconoce Aisha entre lágrimas. "lo que más debo mejorar es el placaje porque tengo miedo de dañar a mis compañeras".
Desde su llegada a Les Abelles los sierraleoneses no han faltado a ningún entrenamiento y, según reconocen miembros del club, "ambos responden a la disciplina y dedicación que requiere el rugby".
Aisha y Mohamed, que han dejado su familia atrás, sienten que el club de rugby se ha convertido en "nuevo motivo para seguir soñando" tanto en el ámbito humano como deportivo. Ambos jóvenes no saben qué será de su futuro, pues se encuentran a la espera de una oportunidad, sin embargo ya sueñan que algún día alguien narre sus hazañas en el rugby.