La selección española femenina de rugby 7 disputa este fin de semana en Langford (Canadá) el quinto y penúltimo torneo de las Series Mundiales, al que llega con el propósito de sellar una permanencia que acaricia desde la disputa, hace un mes, de la etapa japonesa.
España, que esta temporada sólo ha logrado evitar en una ocasión, en el torneo de Sydney (Australia) el trofeo de consolación al que son relegados los cuatro peores equipos, es antepenúltima con 16 puntos y goza de una ventaja de seis sobre China, que ocupa la única plaza de descenso.
En Langford, el combinado nacional ha quedado encuadrado en el complicado grupo C, en el que se medirá a dos selecciones casi inabordables, Estados Unidos y la subcampeona mundial, Francia, antes de jugarse con Fiyi la posibilidad de acceder a los cuartos de final como una de las mejores terceras de grupo.
Pedro de Matías, el seleccionador español, ha debido prescindir para este torneo de jugadoras lesionadas como Iera Echebarría y las hermanas Erbina, Lide y Amaya, bajas que compensa con regresos de habituales como María García Gala y María Casado, además de con el debut de Eva Aguirre, centro de 24 años del Olímpico de Pozuelo.
La convocatoria la completan Patricia García, Marina Bravo, Bárbara Pla, Ingrid Algar, Paula Requena, Olivia Fresneda, Anne Fernández de Corres, María Losada y Eli Martínez.