El mundo del deporte esconde historia increíblemente sorprendentes. El jugador de rugby Dan Crowley (28 de agosto de 1965), doble campeón del mundo con Australia, trabajó como policía infiltrado en peligrosas bandas de narcotraficantes en el estadio australiano de Queensland. Una increíble labor que desveló en su momento en el libro Undercover prop.
"Dan Crowley ha llevado una vida peligrosa. Como si no fuera suficiente enfrentarse cara a cara en la primera fila contra los jugadores de rugby más feroces del mundo, el temido apoyo y ejecutor de Wallaby durante años llevó una vida secreta como policía encubierto para la Policía de Queensland, especializada en aplastar los anillos de drogas de la deslumbrante Gold Coast", aparece en la descripción del citado libro.
Había otros jugadores de rugby que eran policías, pero ninguno un detective infiltrado en peligrosas bandas de drogas. Dan Crowley, del que sólo unos pocos conocían la verdad, logró que su identidad real nunca saliera a la luz gracias a una especie de pacto con la prensa. Los periodistas aceptaron no hacerle fotos de primer plano, así como no hablar de su profesión y no mencionarle más que en las alineaciones. Algo nada fácil teniendo en cuenta su éxito dentro del campo.
La revista H cuenta que cuando jugó la serie frente a los Lions de 1989, la banda en la que este jugador de rugby estaba infiltrado se especializaba en allanamientos de morada. Desvalijan mansiones de los suburbios más acomodados de Brisbane para hacer caja y comprar alijos a la sucursal local de la ‘Ndrangheta calabresa'. El cometido de Dan Crowley es especialmente delicado, aunque sus superiores se lo faciliten: surte de armas y explosivos a sus compinches y protege, desde el perímetro de seguridad que el profesional del delito conoce, el asalto al domicilio elegido.
Dan Crowley llevó esta increíble doble vida durante años. Con el tiempo, confesó que la evasión que le suponían esas dos o tres horas del partido le permitieron mantener la cordura. Era una liberación, e lugar en el que podría explotar la adrenalina y la rabia contenida.
Después, fundó una compañía de detectives ('Verifact') especializada en descubrir fraudes a aseguradoras. Tras la Copa del Mundo de 1999, retomó personalmente las riendas de su negocio, añadiéndole investigar al sector minero. Dan Crowley jugó tres Mundiales con Australia de los que ganó dos y disputó124 partidos con Queensland antes de retirarse en el año 2000.