El exjugador de rugby australiano Shaun Smith ha sido indemnizado con 1 millón de dólares (840.000 euros) por las secuelas permanentes derivadas de las contusiones sufridas durante su carrera profesional, en una decisión que podría servir de referente para el futuro.
Smith, destacado jugador de la Liga de Fútbol Australiano (AFL) durante la década de los 80 y 90, señaló en declaraciones al canal público ABC que una aseguradora certificó recientemente su condición de "discapacitado total y permanente".
What does this mean for Australian sport?
Shaun Smith has won a historic $1.4 million payout due to concussion damages suffered as a result of his AFL career.https://t.co/K5GmpAEQpy
— ABC Grandstand (@abcgrandstand) September 18, 2020
El exjugador, de 51 años, afirmó que las lesiones cerebrales transformaron su vida en muchos sentidos, desde cambios repentinos en su estado de ánimo hasta daños en su memoria, lo que no le permitía trabajar.
Smith reclamó a la liga que mejore sus reglas y políticas sobre el tratamiento de las contusiones cerebrales que sufren los jugadores durante su carrera.
"Solo espero que la AFL escuche, porque es la salud de la gente la que está en riesgo", señaló el deportista al reclamar un tiempo de descanso obligatorio a los jugadores que sufran fuertes golpes en la cabeza durante los partidos.
Las posibles secuelas a largo plazo en deportistas profesionales que han sufrido contusiones cerebrales, como jugadores de rugby o futbolistas, centran varias investigaciones médicas en los últimos años.
Former AFL star Shaun Smith has won a landmark insurance payout for the crippling brain injury he sustained from playing football. The $1.4 million cheque is compensation for multiple concussions but no amount of money will help reverse the damage. | @CandiceWyatt10 pic.twitter.com/ruFpstJM0V
— 10 News First Melbourne (@10NewsFirstMelb) September 18, 2020
El agente de jugadores de la AFL Peter Jess señaló que el caso de Smith podría convertirse en un "punto de referencia" para el reconocimiento de que las conmociones cerebrales derivadas del deporte profesional crean daños a largo plazo y pueden provocar discapacidades permanentes.