El navegante transoceánico español Álex Pella, tripulante del trimarán MOD70 'Musandam Omán Sail", que volcó el domingo 17 de julio durante el intento de récord de la travesía Québec (Canadá)-Saint Maló (Francia), ha explicado al llegar a casa como se desarrolló el incidente."Soy consciente de que hemos tenido mucha suerte", ha sido su primera impresión.
El MOD70 'Musamdam Omán Sail' de Sydney Gavinet, de 21,35 metros de eslora partió el 13 de julio del puerto de Levis (Québec) y el domingo, día 17 navegaba a unas 200 millas (370 km) al sur de Terranova.
Pella explica que: "El viento soplaba del suroeste estable, de 22 nudos (42 km/h) con olas de dos metros. Navegabámos en rumbo este-sureste con mayor totalmente despegada, foque y gennaker. El barco iba a unos 30 nudos (55 km/h) de velocidad con luna llena y poca visibilidad por la espesa niebla.la temperatura del aire era de unos 15ºC y la del agua unos 7ºC".
Ha continuado diciendo que: "Fahad, mi compañero de guardia me paso la caña, él pasó a la posición de trimmer. Como acababa de coger la caña, navego sin apretar, con rumbo suroeste para ir tomando mis referencias. Esto son condiciones normales tanto por la zona en la que nos encontrábamos en esta época del año, como por las propias prestaciones del barco".
"De repente, clavamos una ola tanto con el patín de sotavento, como con el casco central. El barco se levantó por popa y se quedó en la vertical. Salí despedido al vacío desde una altura de unos 18 metros sobre el nivel del mar. En el vuelo, noté un tirón en la pierna derecha y me quedé colgado cabeza abajo, imagino que por el cabo del carro de la mayor, a unos 15 metros de altura", recuerda.
Los peores momentos llegaron cuando se partió el mástil porque: "caí al mar con el barco encima. Se me hinchó el chaleco salvavidas y quedé atrapado debajo de la red debajo del agua, a unos 10-15 centímetros de la superficie. No podía respirar. Intente cortar la red de la cubierta pero al ir a sacar la navaja que llevaba en el bolsillo del pantalón y no estaba".
Recuerda también que: "Hice presión en la red hacía arriba, ni se movía y tampoco encontraba la navaja. Tampoco tenía referencia de donde me encontraba respecto al barco porque la oscuridad era absoluta. Por el estrés y la temperatura del agua me quedé sin aire".
En ese momento crítico el regatista español no lo dudó:"Había que tomar una decisión, tenía que salir, pero no sabía hacia dónde. Por intuición decidí salir hacia mi derecha e ir al tacto por la red. Se acabó la red, noté la cubierta del casco de estribor y salí expulsado a la superficie".
Quedó totalmente exhausto, oyó gritos y respondió. Vio a Damian Foxal, vestido con el traje de supervivencia que iba a por el. Le subió a la red y allí estaban también Mayeul y Fahad.
El francés Sidney Gavinet, patrón del barco y que estaba en la litera de popa descansando se le cayó toda la estiva encima, sufrió pérdida de conocimiento y múltiples contusiones. Mayeul fue en su ayuda y Damian organizó los protocolos de rescate. Aunque debido a la espesa niebla no fue posible la evacuación de Gavinet por helicóptero. El petrolero 'Torm Alexandra' salió al rescate de los tripulantes y llegó la zona del incidente unas 8-10 horas después del vuelco.
Unas 30 horas más tarde llegó el helicóptero y Sidney fue evacuado al hospital de St.John's (Terranova), donde tras estar en observación salió por su propio pie. El resto de tripulantes fueron transbordados a una lancha guardacostas canadiense y desembarcados también en St. John's.
"A Fahad, a Sidney y a mí nos mandaron para casa. Me hubiese gustado ir a por el barco,pero fue una decisión de equipo. Esta ha sido una gran experiencia de mar. Soy consciente de que hemos tenido mucha suerte. Y seguro que todo esto nos hará mejores para el futuro",concreta Pella.
Finaliza indicando que: "Quiero darles las gracias a mis compañeros por todo lo que hicieron por mí. A todos los que participaron en nuestro rescate y a los medios por los mensajes de apoyo recibidos estos días".