La emoción de la madre de Carolina Marín al conocer el Premio Princesa de Asturias: “Me tiré al suelo a llorar”

Carolina Marín ha sido elegida para ser galardonada con el Premio Princesa de Asturias del Deporte 2024. El premio se dará en octubre y es un reconocimiento que tal y como nos ha comentado Toñi Martín, su madre, llevaba esperando desde hacía tiempo.

ElDesmarque ha charlado con ella sobre los inicios de la campeona. Nos ha confesado que era una niña muy activa y que se apuntaba a todo tipo de actividades sin “vergüenza” alguna. Ha querido acordarse de personas muy especiales, como su padre, fallecido en un accidente en 2020, o del equipo que ha acompañado a la jugadora durante tanto tiempo.

Además, nos ha reconocido cuál fue tanto su reacción como la de su hija al conocer que iba a recibir la distinción de manos de la Casa Real. ¡Las lágrimas impidieron que pudieran hablarse! En el vídeo que encabeza la noticia, Toñi Martín, la madre de Carolina Marín, futura Premio Princesa de Asturias del Deporte 2024.

Carolina Marín y la ilusión de recibir el Premio Princesa de Asturias

“Ella tenía la ilusión. Además, lo habíamos mantenido en una conversación hace ya varios años. Yo no sé. ‘Mamá, el premio que me gustaría conseguir sería el Princesa de Asturias. Cuando habla a esas alturas dije ‘Dios mío esta niña, qué manera de pensar’. Yo me asusto, me asusto”, nos comenzó explicando Toñi Martin. Cuando se supo la noticia, la reacción no pudo ser otra. “Yo me tiré al suelo a llorar. Me tuve más de cuatro horas llorando. Me sigo emocionando, pero hoy estoy recapitulando la situación. El llanto de felicidad… es que no podía hacer otra cosa que llorar y llorar de felicidad”, nos explicó, aunque esas lágrimas impidieron que lo celebrara con su hija. “Hablar… en primer momento no hablamos, lloramos los dos. Yo lloraba por un lado y ella por otro. ‘Bueno mamá, pues luego hablamos’. Luego tuvimos conexiones a lo largo del día”.

Toñi nos habla del largo y duro camino que ha tenido que recorrer su hija, que a sus 30 años ha conseguido todo lo que se podía conseguir superando todo tipo de retos y momentos difíciles. “Han sido muchísimas competiciones, campeonatos lesiones… Que te llegue una lesión, te parte muchísimo. La primera fue dura, pero la segunda peor. Además, a nivel personal. La pandemia fue dura y acentuada por el accidente de su padre. Ha sido bastante. Nos acordamos de su padre. Ayer le tendrían que haber recogido toneladas de babas. Él disfrutaba muchísimo de los éxitos de su hija”, explicó.

Desde antes de los 12... y a por otro oro

Ese camino empezó desde muy pequeña. Toñi nos reconocer que era “Muy activa. Era para todo. Era ‘yo, yo, yo, todo yo’. Que había que bailar, bailaba. Que había que hacer una obra de teatro, también. Le gustaba participar en todo. Era muy activo. No sentía vergüenza”. A los 12 años llegó la decisión más dura de sus vidas: ir a Madrid a seguir entrenando. “La decisión la lloro de alegría. Aunque me paro y pienso dónde dejé a mi hija… No digo que fuese una cárcel, pero esa habitación entre sucia, pequeña… Era un edificio que se estaba abandonando. Digo ‘Cómo pude dejar a mi hija allí’. Solo la habitación, que en Madrid no teníamos a nadie. Pero bueno, pero fue la decisión más acertada de nuestra vida”, explica.

Todos estos éxitos no habrían sido posible sin su equipo, al que está eternamente agradecida y con el que se emociona solo de hablar de ellos. “Tiene un equipo… Fernando, Guille, Ander, Carlitos, su fisio… No hay palabras. María la psicóloga, Ignacio, los dos… lo dejan todo por ella. Eso no hay dinero ni palabras para agradecer eso. Ellos son el pilar de mi hija. La familia estamos lejos, pero los que están son su equipo”.

Eso sí, antes de recoger el premio hay un reto… “Ella se está preparando para las olimpiadas. Tokio le falló, por la lesión, pero bueno. Ella recapituló y dijo que ‘Estas no eran para mí’. Esperemos que las de París sí que sean.”