Gabriel Pendás es asturiano y tiene 38 años, pero vive en Ibiza desde 2010 por cuestiones laborales. Y en la distancia sigue incondicionalmente a su equipo, el Sporting. En las buenas y en las malas, demostrando que en el fútbol no hay pasiones de segunda cuando se trata de amor por un escudo y por unos colores.
Este aficionado, que es socio del club desde 1991 y heredó su pasión sportinguista de su padre y su abuelo, sigue los partidos del Sporting por televisión con Sky. Siempre que el trabajo se lo permite, intenta viajar a casa y ver a los rojiblancos en El Molinón o acompañar al equipo en alguna ciudad de España. Pero la distancia que lo separa de su tierra natal convierte a Sky en su gran aliado para seguirlo.
Para ello no duda en cambiar su turno con un compañero cuando es necesario para no perderse el partido del Sporting. "Me gusta verlo solo, concentrado... porque los nervios me atenazan". Siempre por la tele y con su bufanda, réplica de la primera que tuvo y que conserva en Asturias y sigue llevando cuando asiste a El Molinón. Como parte de su ritual, Gabri nos confiesa que si el Sporting gana... en el próximo partido intenta repetir alguna prenda que haya llevado en el anterior.
Gabri posee una importante colección de camisetas rojiblancas, su mayor tesoro. "La más antigua es del año 73 y la más reciente la conseguí en la subasta de camisetas negras en homenaje a Quini". Es parte de su amor por el Sporting.
Si tiene que elegir un partido por televisión, se queda con "el ascenso en el Benito Villamarín". "Teníamos el viaje preparado y a última hora no pudimos ir. Pero el sufrimiento mereció la pena por la alegría de ver a los guajes regresar a primera". Así lo rememora con la esperanza de que ese ascenso se repita más pronto que tarde y el Sporting vuelva al lugar que le corresponde. Lo haga o no, al conjunto rojiblanco no le faltará nunca el apoyo de este incondicional seguidor".