Carolina Marín compartió este jueves con los medios de comunicación sus vivencias de estas últimas semanas por el confinamiento debido a la alerta sanitaria del Covid-19 en el Santander Talks 123aCorrer organizado por Banco Santander en formato online. La embajadora 123aCorrer de Banco Santander habló de deporte, oportunidades y retos, pero sobre todo de solidaridad y de empujar todos a una para que esta situación se revierta porque “lo primero es la salud de las persona”.
“Está claro que a los deportistas nos va a afectar muchísimo. Para mí, se me hace super raro no poder coger una raqueta y un volante y cuando vuelva a un pabellón será como empezar por primera vez a practicar este deporte” bromeó. “Va a costar volver después de estar tanto tiempo sin esa toma de contacto y además deberemos estar pendientes de lo que la federación decida a la vuelta de los torneos”, dice la campeona onubense en este encuentro digital organizado por Banco Santander.
Mientras tanto, Carolina Marín se apaña con lo que puede para seguir en forma. “Ayer tuve que salir al supermercado y comprar un par de garrafas de cinco litros de agua. Y no para beber, sino para utilizarlas de mancuernas. También utilizo los tetrabricks de leches, las bolsas de arroz…”.
“Tal vez las autoridades nos tenían que haber dado algo más, pero no es fácil. A todos nos ha cogido de sorpresa. Para mí fue un error vaciar la Blume de Madrid con 300 deportistas para que volvieran a sus casas con el riesgo de contagio. Fue un poco locura, pero ahora volver ya no sería lo más lógico. Yo no volvería para entrenar porque lo primero es la salud de las personas”, argumentó.
La embajadora 123aCorrer de Banco Santander vive una situación inusitada porque “llevaba desde los 14 años fuera de casa y ahora es la primera vez en 13 años que estoy aquí en casa de mi madre durante tres semanas. Es la vez que más tiempo he pasado”. Contenta de reencontrarse con los suyos, “lo que más echa en falta es poder darle un beso o un abrazo a mi madre y visitar a mis primos y a mi abuelita”. Tiene claro que “lo primero que haré cuando nos dejen salir será ir a pasear por mi playa de Huelva”.
Mientras tanto, ocupa su tiempo no sólo a entrenar. “Me levanto a las 9, desayuno, hago una hora y media de entrenamiento, como unos cereales o frutos secos y vuelvo a hacer otra sesión de más intensidad. Por la tarde, ya me dedico a leer, a ver alguna serie y a cocinar, que me gusta mucho”. Y es que “cuando se alargó dos semanas el confinamiento, mi entrenador Fernando ya me dijo que me lo tomara con calma y que hiciera recuperación activa”. Así que explicó que ha aprovechado para acabar la última temporada de la serie Vikingos y espera con ansia la nueva de La Casa de Papel. Su última libro ha sido Grit. Y hasta ha hecho bricolaje. Eso sí, en la cocina nada de azúcar aunque haga un postre. La dieta sí la ha cambiado por obligación. “Porque normalmente entrenamos seis, siete u ocho horas y hacemos comidas ricas en proteínas e hidratos de carbono, y ahora sólo entrenamos dos o tres”, explica.
A Carolina Marín le cogió el estado de alarma en Birmingham, participando en el All England, y “me pareció vivir una película surrealista”. Lo más chocante fue ver en Inglaterra como nadie tomaba medidas y, a su vuelta a España (“no dudé ni un minuto en volverme), aún recuerda “lo sola que estaba la carretera de Sevilla a Huelva siempre tan llena de coches”. Por suerte, y después de los temores del principio porque en otros países sus rivales seguían activas, se partirá ahora de cero con el aplazamiento de un año de los Juegos Olímpicos de Tokio. “Está claro que hubiéramos estado sólo al 30 o 40 por ciento. 2021 será para mí un año muy complicado pero a la vez muy bonito porque tras los Juegos vendrá en septiembre el Mundial y además será en Huelva y en ambas citas tendré que estar al cien por cien para tener las máximas posibilidades para ganar el oro”.“¿Si será mejor que haber disputado los Juegos este año? Eso nunca lo sabremos, pero la verdad es que al tener un año por delante me siento más aliviada y tranquila”, añadió.
Agradecida y orgullosa de lo que sanitarios, médicos, fuerzas del Estado, policía y todos los agentes implicados están haciendo por la salud de todos -“tengo una prima enfermera que está en primera línea en Madrid y estoy muy orgullosa”-, la embajadora 123aCorrer de Banco Santander subrayó que “no creo que el deporte vaya a cambiar después de esto, pero sí que lo va a hacer la vida en muchos aspectos porque valoraremos más lo que tenemos”.