Desayuno, comida y un táper para cenar: así comen los jugadores del Betis

Las exigencias del fútbol profesional hacen que, lo que hace no mucho parecía una quimera, sea hoy el día a día de equipos como el Real Betis, en el que sus jugadores desayunan y comen diariamente en la ciudad deportiva Luis del Sol y algunos hasta se llevan la cena en un táper.

La nutrición es tan importante en el fútbol actual como los abdominales y las carreras con las que se identifican los entrenamientos tradicionales, que han pasado a la historia en beneficio de otros más cualificados, planificados al milímetro, con estudios antropométricos de grasa y músculo y que han hecho que el futbolista esté vigilado hasta en los detalles más insospechados.

En el Betis, los jugadores tienen pesajes muy frecuentes que controlan que estén siempre 'finos', lo que es clave para evitar lesiones y problemas musculares, para ese milésima de segundo que les permite llegar antes al balón y para prevenir lesiones y, en su caso, cirugías menos invasivas.

A mediodía en la ciudad deportiva verdiblanca, termina el entrenamiento que dirige el técnico bético, Joan Francesc Ferrer Rubi, y mientras queda algún jugador rezagado y los operarios se ponen a lo suyo, los jugadores del Betis no se van al coche, como hacían no hace mucho tiempo, sino a unas dependencias en las que van a comer.

Uno a uno, suben a las nuevas instalaciones que el Betis ha construido en la Luis del Sol para comer lo que ha supervisado un nutricionista, figura que ha cobrado importancia capital en la puesta a punto de los futbolistas, como comentó a EFE Rubi, quien destacó esta faceta y puso el ejemplo de la segunda juventud que están viviendo jugadores como el capitán bético, Joaquín Sánchez, y el delantero del Getafe Jorge Molina.

Ejemplos de jugadores para la longevidad

Joaquín, de 38 años, y Jorge Molina, de 37, son claros ejemplos de cómo con rigor en el comer se puede, no sólo alargar la carrera de un futbolista, sino de que la prolonguen con un rendimiento inaudito no hace muchos años, cuando el jugador ya se consideraba 'viejo' cuando frisaba la treintena.

Aunque siempre ha habido jugadores longevos, como el italiano Francesco Totti, quien se retiró con 41 años o el que más, el inglés Sir Stanley Matthews, quien se retiró con 50, muchos de ellos jugaron en competiciones o épocas en las que el ritmo era menor o en las que no era raro ver a futbolistas fumando.

Las edades provectas quedaban en el fútbol reservada a puestos de menor desgaste físico como los porteros, aunque los avances en nutrición y preparación física han hecho que otros jugadores mantengan el mejor de los niveles en ligas de tanta exigencia como la española.

Además de Jorge Molina y Joaquín, destaca el delantero centro del Athletic de Bilbao Aritz Adúriz, de 37 años y en su mejor nivel como el bético y el punta de Alcoy, no en balde el técnico del Getafe, José Bordalás, lleva a rajatabla lo del peso de sus jugadores, que tienen 300 ó 400 gramos de margen y si no, multa.