Nuevas puertas se abren para la cantera

El mejor sello que puede imponer un entrenador de fútbol es el trato hacia la cantera. En los equipos de medias pretensiones, la formación de los más jóvenes se antoja como pilar imprescindible para crecer y asegurar el relevo generacional. Trabajo, esfuerzo y humildad. Tres premisas básicas para los intereses de Quique Setién, un técnico reconocido como fiel apostante de los más jóvenes y que está exprimiendo en el presente curso los frutos de la fábrica del Real Betis. 

Hombres como Narváez, Fabián o Francis se han destapado en la élite nacional sin apenas experiencia previa, y han rayado un nivel que comienza a tornarse como tónica habitual. La validez de los mencionados ha convertido a los tres en referentes del equipo, realizando actuaciones de mérito que han copado al Real Betis hasta la séptima plaza. El colombiano ha sido pieza clave en el esquema de Setién en el inicio liguero, disputando todos sus encuentros hasta la lesión sufrida ante el Deportivo. Por su parte, los dos últimos han alternado la titularidad y la inconmensurable actuación en el Bernabéu podría ofrecerles de nuevo un puesto en el once ante el Levante.
No obstante, con la lesión de Narváez y la reciente de Camarasa una nueva puerta se abre para otra de las perlas de Heliópolis. Él es Julio Gracia, mediocentro del filial que ya brilla en la división de bronce y con las categorías inferiores de las selección nacional. El jugador del Saucejo estuvo junto al resto de la plantilla en pretemporada, brillando con luz propia y erigiéndose como uno de los más destacados. Las mencionadas ausencias podrían darle una oportunidad en la lista para el próximo lunes y ofrecer sus primeros minutos oficiales como verdiblanco.