Este Betis huele a muerto (3-0)

Elche CF

3

0

Real Betis

 
 

 
 
No hay remedio. El olor a podrido que emana este equipo lleva a pensar en un cambio de sus objetivos iniciales. Hoy por hoy, tras un nuevo ridículo en Elche, será mejor pensar en sumar cuanto antes los puntos necesarios para no meterse en problemas, antes de soñar con una utopía llamada ascenso. Ni siquiera acabar el choque con nueve jugadores excusa algo. Con igualdad numérica en el campo, la imagen volvió a ser lamentable y la derrota estaba siendo justa.

 Da igual acabar con nueve, con diez o con once jugadores. Este Betis está hundido, sin patrón, ideas, espíritu, ni fútbol, desde hace dos meses. Todo lo demás son discursos intencionados para justificar los copiosos sueldos que ganan desde el que dirige este caos en el banquillo, hasta el último mediocre futbolista que compone este vestuario podrido. Hoy ha sido el Elche, como hace siete días el Celta, o quince el Cádiz. Poco importa quien sea el rival de turno porque cualquiera saca los colores a esta alma en pena vestida de verdiblanco. Quizás lo mejor incluso haya sido que por fin el resultado haya puesto las cosas en su sitio, porque en las ocasiones antes citadas también mereció perder y por diferencia, pero al no ser así daba pie a la excusa fácil y manipuladora. 
 

Dejemos de momento a un lado el segundo tiempo, ¿vale?. Pues bien, no cambia nada de lo antes escrito. El Betis no disparó ni una sola vez entre los tres palos de la portería de Willy Caballero en los primeros 45 minutos, siendo desbordado a poco que el Elche pisara un poco el acelerador, con la indolencia acostumbrada en defensa y la incapacidad de dar dos pases seguidos de mediocampo hacia arriba. Sólo había un equipo en el campo y Trejo se encargó de corroborarlo ante la pasividad de una zaga lejos del nivel mínimo profesional exigido para competir siquiera en Segunda. Ni eso sirvió para despertar al Betis, ni para variar el rumbo del partido. Incluso, los de Bordalás pudieron incrementar la cuenta a poco que la efectividad en su puntería hubiera sido favorable. 
Tapia decidió mover ficha una vez más tras el descanso. Otro detalle de que sus planteamientos iniciales siempre se ven superados con facilidad. Emaná entró en el lugar de un nefasto Sunny, al que nadie sabe aún que habrá visto Momparlet para llevar varios años insistiendo en su fichaje. Sin embargo, no dio tiempo a comprobar si el cambio de cromos serviría de algo porque el personal se encargó de irse quitando del cartel en apenas dos minutos. Carlos García quiso llevarse de recuerdo la camiseta de Jorge Molina, Teixeira lo vio y aplicó el reglamento: penalti y expulsión. Acto seguido, Nelson se encargó de rizar el rizo con una falta, puede que fuera del área, que acarreó su segunda amarilla, otro penalti y el tercero de los ilicitanos. Ambas jugadas llegaron por sendos ‘despistes’ de una defensa blanda y pasiva. A partir de ahí, con nueve jugadores el Betis y la fiesta en la grada del Martínez Valero, sólo quedaba evitar un mayor escándalo, aunque Emaná y Sergio García enlazaron dos jugadas que bien pudieron servir para maquillar la historia. 
 
Sin embargo, el Elche no quiso hacer más sangre de una herida en carne viva, y el resto del partido (hablamos de más de media hora) apenas sirvió para ver el regreso a los terrenos de juego de Nacho y Mehmet Aurelio. Ahora sólo queda una pregunta: ¿Qué hará la afición ahora? ¿Seguirá al lado de su equipo o le dará la espalda definitivamente? Hace unos días se produjo el primer incidente en la ciudad deportiva, veremos como transcurre la semana que arranca este lunes...