Obligación cumplida, mente en el derbi

 

Ganó el Betis. La salvación la tiene en el bolsillo y ahora podrá pensar en el derbi, pero eso no oculta el pésimo partido que los verdiblancos hicieron durante muchos minutos. Al final, la insistencia y el hecho de jugar con uno menos lo aprovecharon los de Merino para que Ceballos se sacara de la chistera un gran pase que Ricky no desaprovechó. Apareció el holandés, con su primer gol en la Liga. Más vale tarde que nunca dice el refrán... Ahora, la mente en el derbi, pero que los árboles de la salvación -una obligación, no un objetivo-no tapen el bosque.
Apostó Merino por el mismo dibujo que en Balaídos, pero fue Las Palmas el que puso en juego su apuesta de fútbol con una amplia posesión de la pelota, aunque sin hacer mucho daño sobre la portería de Adán. Aun así, se escucharon pitos de la parroquia local a un Betis incapaz de realizar bien la presión y con el centro del campo perdido, salvo cuando Joaquín caía a la izquierda y Ceballos, más al centro para intentar llevar la manija (N'Diaye-Petros, por enésima vez, es imposible que elaboren fútbol).
Aun así, antes de este movimiento de pizarra, el Betis corrió y corrió detrás de un equipo amarillo que se sintió muy a gusto y fue superior a los locales, aunque sin tener ocasiones claras de gol ni rematar a puerta ni una vez, en el primer tiempo, entre los tres palos, aunque el hecho de que tuviera el balón ante un Betis que no mordía cada vez enfadaba más a una afición que le pidió más a los suyos.
Así, fue el Betis el que dispuso de las ocasiones más peligrosas en el primer período. Vicandi anuló un gol a Rubén Castro, tras un centro de Kadir, por fuera de juego muy justito, si es que lo había. Aparecía el cuadro verdiblanco en el partido, que con Ceballos en la batuta era otro, además del buen hacer de Joaquín, muy activo en todo el primer tiempo intentando encontrar a Rubén Castro, como en una jugada al filo de la media hora que casi acaba en gol, pero el remate del canario, tras una gran bicicleta y posterior centro del portuense, se fue arriba por poco.
Con el Betis apretando llegó la expulsión de Aythami -o el linier o el cuarto árbitro le indicarían que era jugada de tarjeta porque tardó en sacar la amarilla-, que antes de ver la segunda cartulina se jugó la expulsión en una dura entrada sobre Petros, al que le dejó los tacos marcados en el muslo.
Apretó el Betis, pero no pudo irse al descanso ganando, aunque sí con el partido muy de cara al tener superioridad numérica con mucho tiempo por delante. Sin embargo, esa superioridad muy pocas veces se plasmó en el campo. Merino movió el banquillo y la entrada de Musonda y Cejudo dotó a su equipo de verticalidad, aunque el peligro real salió de las botas de Ceballos, con un ajustado disparo que se fu fuera por poco y un gran balón a la espalda de la defensa que Ricky y Rubén no aprovecharon al molestarse al ir los dos a por el balón.
Además, con la entrada de Ricky el Betis metió más mordiente arriba pasando a jugar con una inusual defensa de tres que dio vida a Las Palmas para crear peligro al contragolpe. Aun así, fue el Betis el que obtuvo premio a su insistencia con el gol de Ricky tras un gran pase de Ceballos. Gol, salvación casi matemática y a pensar en el derbi.