Mari Carmen Matador, la viuda de Roberto Alés, intervino para pedir coherencia en la Junta

La tensión marcó una de las citas más convulsas que se recuerdan en la historia reciente del sevillismo. La Junta de Accionistas estuvo condicionada por las guerras de poder y la encarnizada pugna que libraron José Castro y José María del Nido Benavente. Esta guerra accionarial ha marcado la actualidad más reciente de un Sevilla más que nunca. Ante tanta belicosidad fueron varios los accionistas minoritarios los que reclamaron unidad y cohesión a los máximos mandatarios. Una calma que no se consiguió en las más de tres horas que duró el entuerto, donde hasta tuvo que intervenir Mari Carmen Matador, la viuda del estimado Roberto Alés, para apaciguar los ánimos.

Roberto Alés, una figura decisiva para el crecimiento del Sevilla

La mujer del expresidente alzó su voz e intervino para tratar de mediar entre los dos bloques, pidiendo un poco de coherencia entre los allí presentes. Un gesto acorde a la línea calmada que siempre mantenía Roberto Alés, un hombre crucial para entender la reciente historia del Sevilla, del que se hizo cargo en unos tiempos convulsos, con una economía de guerra y una situación deportiva precaria que miraba a la cara a la Segunda División.

Alguien tenía que dar un paso al frente y Alés, consejero del club en años precedentes, lo dio con valentía para tratar de remediar lo que parecía inevitable. De su mano llegaron al club el director deportivo Ramón Rodríguez 'Monchi' y el entrenador Joaquín Caparrós; y, según aseguraba el Sevilla tras su fallecimiento, "la prueba de que Roberto Alés no quería protagonismo es que, cuando su obra empezó a brillar, dio un paso al lado y dejó que otros continuaran". Una imagen muy distante a la que se ofreció en la Junta. Una tensión de la que el propio Roberto se habría lamentado, de ahí que muchos accionistas apelaran a su figura para llamar a la calma.