El innegociable ADN competitivo

El Sevilla Atlético ha caído en su última salida de la temporada, que desde luego no quedará empañada por esta derrota ante el Real Oviedo en un partido competido que, finalmente, se llevó el único equipo que realmente se jugaba algo. De hecho los asturianos llegarán a la última jornada con opciones de jugar el play off de ascenso a Primera División.

Entre los que se quedaron en el banquillo y los que ni siquiera fueron convocados, Diego Martínez acabó poniendo sobre el césped del Carlos Tartiere un once de circunstancias. Lo más llamativo fue que David Carmona adelantó su posición y jugó como extremo prácticamente todo el partido.
Pese a que notaba el Sevilla las ausencias de Borja Lasso e Ivi en el césped, no se puede reprochar falta de compromiso alguno al equipo. Su entrenador lo dice claro, sus hombres usan cada partido para reivindicarse más allá de haber logrado la permanencia hace ya dos semanas y en Asturias fue también así.
En la primera mitad puso el filial bastante intensidad, pero los azules también y las ocasiones cayeron en mayor medida del lado local, con llegadas especialmente de Linares, que no estuvo especialmente acertado.
El gol carbayón llegó en el tramo final de la primera mitad, con dosis de fortuna. Puso Susaeta un centro a balón parado al segundo palo, y Christian Fernández, en su intento de centrar, se la acabó poniendo casi imposible a Ondoa, que no estuvo especialmente acertado en esa acción aunque sí aportó seguridad y tranquilidad en el resto del partido.
Los locales salieron con la intención de cerrar el partido tras el descanso, y eso hizo que la segunda parte se abriera y fuera más entretenida, con llegadas de ambos equipos. De hecho, Linares falló un par de mano a mano, Cotán puso en apuros a Juan Carlos, Gual estuvo a punto de incrementar su cuenta goleadora y Toché tampoco estuvo afortunado cuando lo tenía todo a favor. Y todo esto en diez minutos.
Diego Martínez tuvo que retirar a sus dos centrales y formó una defensa de circunstancias en el tramo final con Schetino como único zaguero específico, y los errores se sucedieron en la parte de atrás dando lugar a situaciones de gol oviedista que no se concretaban.
Pero en el tramo final, el Sevilla Atlético volvió a demostrar su compromiso con este deporte y ya con Borja Lasso y Curro en el campo, llegó a embotellar al Real Oviedo en su área en los minutos finales.
Con todo, el filial no podrá mejorar ya su mejor puntuación histórica, pero tendrá la oportunidad de igualarla si gana en el último partido al Rayo Vallecano. Sería un gran colofón a una campaña que merece ser histórica.

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