La Reina Letizia o “Hay un aborto secreto” (y Felipe VI lo tapa)
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La periodista Pilar Eyre escribió un artículo en su blog de la revista Lecturas que ha dejado temblando a la Casa Real. Imitando el cuento de Mr. Scrooge, la redactora publicó un escrito en el que repasa tres Navidades de la reina emérita doña Sofía que han dejado indiferente a muy pocos. Y atención al relato de la comunicadora especializada en la monarquía.
La familia de Sofía se desmorona
Para empezar, Eyre habla de las del 2014. "Sofía tiene mala relación con Letizia, no ve a sus nietas, y Cristina e Iñaki han sido procesados y pueden ir a la cárcel. ¡Su Nochebuena más desdichada! ¡Sola y cenando con su hermana con una bandeja frente al televisor! Felipe y Letizia estaban con Paloma Rocasolano. Y Elena y sus hijos habían ido a Suiza a hacer compañía a la apestada Cristina, ya expulsada del núcleo familiar. A su marido no le vio el pelo. No hubo besos".
La primera pillada en persona a Juan Carlos I
Más tarde, Eyre viaja hasta 1975. Fueron las Navidades previas a la primera vez que pilló en persona a su marido con otra.
"Una semana más tarde la Reina se presentó inopinadamente en una cacería y sorprendió a don Juan Carlos con otra mujer. Ese día separaron camas y habitaciones. Y no volvieron a hacer vida marital. Nunca más", revela Eyre.
El “aborto” de Sofía
Finalmente, la articulista retrocede hasta 1962. Estas fueron las primeras Navidades de Sofía como esposa de Juan Carlos I. Y vaya Navidades. Un año del que la periodista revela uno de los secretos mejor guardados por la Casa Real. Y es que Pilar hace referencia a un presunto “aborto secreto” de Sofía.
"Fueron unas fiestas tan tristes que Sofía cogió repentinamente un avión para ir al lado de su madre, en Atenas, se puso enferma y tuvo que ser intervenida de urgencia. La prensa dijo que seguramente fue un aborto. Empezaron a correr rumores de que la pareja se llevaba mal, hasta el punto de que el parlamento griego llegó a pedir que se devolvieran los nueve millones de dracmas que había entregado como dote, ‘ya que se van a divorciar’”, concluye.
