Si hay un trasero mundialmente conocido en estos momentos ese es el de Kim Kardashian. La empresaria americana ha construido un imperio económico alrededor de su figura y de sus polémicos posados.
Son muchos y muchas los que entran cada día en su perfil de Instagram para ver con qué les sorprende la empresaria. Y lo cierto es que en muchas ocasiones consigue, pese a llevar muchos años en la élite, dejarles con la boca abierta.
Fue hace ya unos años cuando Kim vio que sus posaderas, por el motivo que fuera, gustaban y mucho a sus seguidores. Es por eso que decidió pasar por el quirófano para, de una mera “exagerada”, aumentar su tamaño.
El problema es que en ese aumento de tamaño creció tanto su popularidad como su celulitits. Y muchas son las fotos que así lo demuestran. Sin embargo, esta es una de las que más fortuna ha hecho en las redes en los últimos días.
De hecho, es una de las imágenes que suelen usar como argumento todos aquellos que intentan ‘desmontar’ a Kim Kardashian. Un trasero que, al menos en este caso, está lejos del que Kardashian suele mostrar en sus redes.
“Dejen que Kim sirva de lección para cualquier persona que quiera hacerse más grande alguna parte de su cuerpo. Si ellas tienen celulitis antes de la operación, la tendrán después, también”, apunta Aaron Rollins, un conocido cirujano, en Daily Mail.
Eso sí, por mucho que sean muchas las voces discordantes con Kim, que la critiquen por el excesivo tamaño de su trasero, que apunten que tiene unas posaderas “horrendas” y carguen contra ella, Kardashian sigue aumentando su fama así como los ceros en su cuenta bancaria.
Su nombre está ya tan asentado entre los más VIP que, sea criticada o no, va a ser muy difícil que pierda ese estatus. Que hablen de ella, para bien o para mal, siempre es bienvenido en su caso.