"Garbiñe va a más"
Abandona cabizbaja la pista de entrenamiento de Roland Garros tras una hora de peloteo y su entrenador, Alejo Mancisidor, se la lleva para una charla psicológica.
"Garbiñe es demasiado exigente consigo misma", relata después el hombre que entrena a Garbiñe Muguruza, la única representante española en el cuadro individual femenino del Grand Slam de arcilla, que afrontará mañana los octavos de final contra la italiana Flavia Pennetta.
Cuenta Mancisidor que la caraqueña "ha completado uno de los mejores entrenamientos entre rondas en Grand Slam" pero no está satisfecha. "Está perfecta, pero a ella le cuesta disfrutar en la pita, siempre quiere más. Entrena, mete ocho bolas perfectas, falla una y se queda mal. Tiene que aprender a relativizar los entrenamientos", comentó.
A diferencia de la tenista, de cuyo rostro se había borrado la sempiterna sonrisa que luce tras cada victoria, el entrenador está muy satisfecho de cómo están saliendo las cosas.
"Va de menos a más, sobre todo de confianza. De tenis vino ya a buen nivel. La victoria contra Kerber en tres sets le permitirá coger la moral que le falta para afrontar estas rondas", analiza el técnico.
Mancisidor constata que Muguruza ha evolucionado a sus 21 años, sobre todo tras el salto que supuso auparse el año pasado en París en los cuartos de final de un Grand Slam.
"Está más madura, ha pasado un año de madurez y le veo que ha sacado tres partidos. El último en tres sets le vendrá bien. Le veo mejor", dice.
Una experiencia que se notó en el duelo contra Angelique Kerber, una rival complicada que venía haciendo una gran temporada en arcilla, con los triunfos en los torneos de Charleston y Sttutgart.
"Perder el primer sets con Kerber, que es muy especialista en tierra, que sabíamos que era muy dura físicamente y remontar quiere decir que estás fuerte mentalmente y físicamente preparada para jugar tres sets contra ella", aseguró.
"Está a tope, aunque debe dejar de exigirse tanto", insiste.
La eliminación de su Carla Suárez, su compañera del doble, le ha situado como la gran esperanza del tenis femenino español, una presión que el entrenador asegura que no siente la tenista.
Aunque reconoce que haber jugado contra Carla en octavos "hubiera sido difícil" porque "se conocen mucho", señala que Pennetta "es casi igual" porque "han entrenado muchas veces juntas".
Por el momento, Muguruza no conoce la derrota contra la italiana, a la que ha derrotado en dos ocasiones, siempre en pista dura, la última el año pasado en Sofía.
Acceder de nuevo a cuartos "le daría tranquilidad", según el entrenador, porque igualaría la gesta del año pasado y le dejaría el resto de la temporada con margen de mejora, porque tendría pocos puntos que defender.
Y Mancisidor está confiado, porque nota que en Roland Garros Muguruza se crece.
"Decían que la tierra era su peor superficie, pero yo creo que Garbiñe juega igual en todos los lados. El año pasado le fue bien aquí, dio un poco el salto en un Grand Slam y ha cogido confianza y cariño. Viene más cómoda", comenta.