La estadounidense Coco Vandeweghe definió su actuación contra la española Garbiñe Muguruza (6-4 y 6-0) en los cuartos de final del Abierto de Australia, "como un tren de carga imparable".Así de expresiva se mostró Vandeweghe, verdugo en este torneo de jugadoras como la italiana Roberta Vinci, la alemana Angelique Kerber, número uno del mundo y defensora del título, y ahora de Muguruza, campeona de Roland Garros.
La americana, nacida en Nueva York, pero que reside en Rancho Santa Fé (California), situada en el puesto 35 del mundo, ha explotado en este torneo, donde ha sido capaz de ganar a dos de las jugadoras que sumaron tres torneos del Grand Slam el año pasado: Kerber (Abierto de Australia y EE.UU., y Garbiñe: Abierto de Francia)
Cuarto finalista en Wimbledon en 2015, Coco recordó este martes en la Rod Laver Arena como hubo una vez, cuando era una niña y perseguía a Venus, su rival en las semifinales este año, para conseguir un autógrafo suyo en un torneo en La Costa.
Venus y Vandeweghe solo se han enfrentado en una ocasión, en Roma el año pasado sobre tierra batida, con triunfo de la mayor de las Williams, por 6-4 y 6-3. La distancia entre ambas es abismal en cuanto a experiencia, con Venus ganando 743 partidos en su carrera, y 208 derrotas, mientras que Coco ha vencido en 242 partidos y ha caído en 192.
Con su victoria ante la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, Venus se ha convertido en la jugadora de mayor edad en lograr las semifinales en el Abierto de Australia.
"No ha sido un comienzo fácil del año, teniendo que abandonar en el primer torneo", dijo Venus sobre su retirada en Auckland en segunda ronda por unos problemas en el brazo derecho, "pero estando aquí puedo ir todavía más lejos. Y, !oh Díos mío¡ estoy emocionada de tener otra oportunidad de jugar de nuevo. No me conformo con esto". EFE.