Un día después de que Roland Garros anunciara que levantará una estatua a Rafael Nadal en el nuevo complejo deportivo que está remodelando, el español agrandó un poco más su leyenda en ese torneo con una de esas victorias que marcan época.Luis Miguel Pascual
El 6-0, 6-1 y 6-0 que le propinó al georgiano Nikoloz Basilashvili es la victoria más abultada en sus 244 partidos en Grand Slam, lograda en su encuentro número 100 a cinco sets sobre tierra batida y en vísperas de cumplir 31 años.
Nadal está ya en octavos de final, con toda la carga de impresión que ejerce sobre sus rivales y que le ha llevado a levantar nueve Copas de los Mosqueteros y a perder solo 2 partidos en Roland Garros.
Lidera con brazo de hierro a la armada española, secundado por Garbiñe Muguruza, la defensora del título, que también avanzó a octavos de final.
Un escalón por debajo en la cota de favoritismo pero en la misma ronda aparecen Roberto Bautista y Albert Ramos, que disputarán sus segundos octavos consecutivos, y Pablo Carreño, los primeros.
A ellos se pueden sumar mañana Feliciano López y Fernando Verdasco en el cuadro masculino, además de Carla Suárez en el femenino, lo que haría que España contara con ocho representantes entre los 16 mejores del torneo.
Pero todo eso quedó en segundo plano por el golpe de efecto de Nadal, solo matizado por la entidad del rival, de 25 años y 63 del mundo, un pegador que no tuvo tiempo ni de afinar su golpeo.
Ante un oponente de esa talla, Nadal completó un partido casi perfecto, que mejoró incluso el 6-2, 6-0 y 6-0 que en 2012 asestó al argentino Juan Mónaco, que era hasta ahora su mayor paliza.
También está impresionando, en menor medida, Muguruza, que comienza a recordar a la tenista que alzó el trofeo el año pasado.
Es cierto que la oriunda de Caracas ha destacado por su irregularidad desde que ganó Roland Garros, pero parece que el tacto de la tierra batida de París bajo sus suelas transforma a la tenista, que recupera una especie de serenidad y fuerza ilusionantes.
Muguruza derrotó a la kazaja Yulia Putintseva, cabeza de serie 27, por 7-5 y 6-2, demostrando que, pese a lo incomodo de la rival, ella es capaz de apoyarse en su tenis para seguir avanzando.
En su horizonte aparece ahora la francesa Kristina Mladenovic, cabeza de serie 13, la favorita local, que venció a la estadounidense Shelby Rogers para jugar los primeros octavos de su carrera ante su público.
La francesa, que ganó a Muguruza en el único duelo entre ambas, en Marrakech en 2015, está en estado de gracia y en Francia ya ha sido designada como la próxima local que ganará en Roland Garros, siete años después de que lo hiciera Mary Pierce.
Bautista se cruzará en el camino de Nadal, contra quien ha perdido en el único duelo entre ambos. Ya tuvo el infortunio de medirse en sus primeros octavos en París el año pasado con un Novak Djokovic en estado de gracia y que acabó levantando el trofeo.
El castellonense derrotó al checo Jiri Vesey por 6-3, 6-4 y 6-3.
De muchos quilates fue la victoria de Carreño contra el búlgaro Grigor Dimitrov, un jugador que venía elevando su nivel, que se puso 4-0 en el primer set pero que vio cómo el asturiano no quería dejar escapar otra vez más la ocasión de clasificarse para octavos.
Remontó la primera manga y acabó ganando en tres, 7-5, 6-3 y 6-4, por lo que se medirá en un duelo de cañoneros contra el canadiense Milos Raonic, quinto favorito, que se benefició de la retirada de Guillermo García López, que no pudo aguantar mas los problemas musculares que arrastraba desde su debut en París y que solo aguantó ocho juegos, 6-1 y 1-0.
La jornada la completó Ramos, cuartofinalista de la pasada edición, que venció en un maratón de 3 horas y 42 minutos al francés Lucas Pouille, 6-2, 3-6, 5-7, 6-2 y 6-1.
Su siguiente rival será Djokovic, que hoy precisó de cinco mangas para vencer al argentino Diego Schwartzman, 5-7, 6-3, 3-6, 6-1 y 6-1.
Ramos, finalista este año en Montecarlo, nunca le ha ganado un set a Djokovic en tres intentonas.