Djokovic desactiva a un apático Dimitrov
El tres veces campeón en Wimbledon (2011, 2014 y 2015) busca su primer entorchado en Queen's, plaza en la que llegó a la final en 2008, donde cayó contra Rafael Nadal, y donde se llevó el título en dobles en 2010 junto al israelí Jonathan Erlich.
Invitado por la organización una semana antes del comienzo del campeonato londinense, Djokovic evocó sus mejores armas del pasado y se deshizo con una facilidad pasmosa del campeón en estas tierras en 2014.
El búlgaro Dimitrov, apoyado en el banquillo por su entrenador, el venezolano Daniel Vallverdú, estuvo apático y desconectado desde el inicio, sin apenas sintonía al saque ni agresividad en la red.
Ni su revés a una mano ni su derecha hirieron la resistencia de Djokovic, que poco a poco atrajo al de Haskovo a su telaraña.
En los peloteos largos la ventaja cayó casi siempre del lado del serbio, mientras que Dimitrov tiró de sus golpes de genio y su calidad innata para contrarrestar la persistencia del de Belgrado en los primeros compases.
Sin roturas en el marcador, Dimitrov se derritió en el psicológico décimo juego y, sirviendo para mantenerse en el parcial, se puso 0-40, salvó las dos primeras bolas de set, pero sucumbió a la tercera con una grosera doble falta que despertó los lamentos del público.
Esa misma afición que, a medida que avanzó el segundo set, se dio cuenta de que lo que iba a ser el plato fuerte del día pronto se quedaría frío.
Dimitrov, campeón de la Copa de Maestros en 2017, sufrió una desconexión mental agravada por la pérdida del set y se vino abajo.
El búlgaro no aguantó la presión física y mental de Djokovic, ya principal candidato al título, y se llevó, desde el 2-1 en contra, cinco golpes seguidos en forma de juegos, que terminaron con su figura en la red felicitando a Djokovic.
El serbio buscará este viernes las semifinales de Queen's ante el ganador del duelo de franceses entre Julien Benneteau y Adrian Mannarino.