Vondrousova, Swiatek y Anisimova, las adolescentes que piden paso
Luis Miguel Pascual
París, 2 jun .- Tres tenistas que rondan los 18 años se han metido entre las 16 mejores de Roland Garros: la checa Marketa Vondrousova, la polaca Iga Swiatek y la estadounidense Amanda Anisimova.
La primera logró hoy su pase a cuartos de final tras vencer a la letona Anastasija Sevastova, duodécima favorita, por 6-2 y 6-0. Es ya su mejor participación en un Grand Slam y lo ha logrado dejando fuera a dos cabezas de serie y cediendo solo 21 juegos.
Muestra de su gran momento de forma es que es la tenista que más partidos ha ganado desde el pasado Abierto de Australia, en el que solo superó dos rondas, lo que le ha permitido, al menos, alcanzar los cuartos de final de todos los torneos que ha disputado.
Vondrousova acumula ya 25 triunfos, por delante de pesos pesados del circuito como la holandesa Kiki Bertens, la suiza Belinda Bencic o la rumana Simona Halep, defensora del título en París.
De hecho a la rumana, ahora 3 del mundo, le ha ganado en dos ocasiones en apenas unas semanas.
"Ni me podía imaginar que iba a llegar a cuartos, he tenido unos cuantos partidos muy difíciles para llegar hasta aquí", aseguró la checa, que se medirá por un puesto en semifinales contra la croata Petra Martic, trigésima favorita, la jugadora que más partidos ha ganado esta temporada sobre tierra batida.
Vondrousova se refirió al empuje de la joven generación que llega pisando fuerte. "Creo que es importante, es fantástico que seamos varias jugando a este nivel", aseguró la checa.
Junto con Katerina Siniakova, de 23 años, que derrotó a la número 1 del mundo, la japonesa Naomi Osaka, Vondrousova ha agarrado con fuerza la bandera del tenis femenino de su país, mermado por la derrota de Karolina Pliskova, la lesión de Petra Kvitova y la retirada de Lucie Safarova.
Su zurda elegante se educó en la arcilla de Sokolov, en el oeste de su país, hasta que con 15 años decidió mudarse a Praga para seguir progresando en el tenis.
Recuerda ahora que, con 12 años, se sentaba ante el televisor de su casa para admirar a Kvitova, que por entonces alzaba el primero de sus dos títulos de Wimbledon.
Pero a diferencia de su antecesora, Vondrousova siempre ha preferido la tierra batida, donde cobran una mayor importancia las características de su tenis.
Como júnior alcanzó las semifinales en París y en 2015 ganó el doble, el mismo año que Safarova llegaba a la final.
"Ahora tengo más experiencia, pero también tengo un equipo más grande a mi alrededor en Praga, y estoy trabajando duro con ellos", dijo la tenista, entrenada por Jan Hernych desde principios de año.
Swiatek celebró sus 18 años el pasado viernes y, al día siguiente, firmó el pase a octavos de final. Ahora, tiene por delante la montaña de la rumana Halep, que defiende su título desde el tercer escalón del podium del ránking mundial.
La polaca se comporta bien en los torneos grandes. En el pasado de Abierto de Australia superó una ronda y ganó como júnior Wimbledon el año pasado y llegó a semifinales de Roland Garros, que ganó en dobles.
"Tenía miedo de la transición al circuito profesional, pero se está desarrollando bien. Tengo confianza en mi, disfruto de una paz interior y eso me permite concentrarme al máximo", afirmó.
"Toda mi vida he tenido que superarme y ahora creo que tengo las herramientas para seguir haciéndolo", agregó.
La benjamina del torneo es una estadounidense Anisimova, convertida por su corta edad en una de las sensaciones del torneo. La bielorrusa Aryna Sabalenka, undécima favorita, comprobó en la segunda ronda el empuje de esta adolescente, que ahora se medirá por un puesto en cuartos contra otra joven, la española Aliona Bolsova, de 21 años, procedente de la fase previa y neófita en el cuadro final de un Grand Slam
Anisimova tiene una carrera más extensa. Jugó los octavos en el pasado Abierto de Australia y este es su cuarto grande. Hija de emigrantes rusos instalada en Nueva Jersey, se trasladó en Florida cuando su familia quiso buscar un lugar en el que pudiera aprender tenis su hermana mayor.
Tras sus pasos, Amanda empuñó una raqueta con dos años y su progresión fue más rápida que la de su hermana.
Ganadora con 15 años de dos títulos júniors, alcanzó el segundo puesto de este ránking tras proclamarse ganadora del Abierto de Estados Unidos de 2017 y finalista de Roland Garros en 2016.