París, 30 oct (EFE).- A sus 23 años, el chileno Cristian Garín vive su primera temporada en la élite del tenis, exitosa porque acabará entre los 40 mejores, más aún tras haber ganado este miércoles al estadounidense John Isner en el Masters 1.000 de París, pero sin ocultar su preocupación por lo que sucede en su país.,"Es una situación supercomplicada, no he podido estar allá, me he informado por las noticias. Es un momento superdelicado. Pero en nuestro país sabemos salir adelante, siempre nos
París, 30 oct .- A sus 23 años, el chileno Cristian Garín vive su primera temporada en la élite del tenis, exitosa porque acabará entre los 40 mejores, más aún tras haber ganado este miércoles al estadounidense John Isner en el Masters 1.000 de París, pero sin ocultar su preocupación por lo que sucede en su país.
"Es una situación supercomplicada, no he podido estar allá, me he informado por las noticias. Es un momento superdelicado. Pero en nuestro país sabemos salir adelante, siempre nos ha costado mucho, estoy seguro de que no va a ser la excepción", afirmó el jugador en referencia a las manifestaciones que se viven en Chile.
Prudente, Garín no quiso dar su opinión sobre lo que sucede en su país.
"Prefiero guardarme la opinión. Está el descontento de la gente y eso se respeta. Espero que se pueda llegar a que todos seamos felices. Va a costar tiempo, espero que se arregle lo antes posible", indicó el jugador, que lleva varios meses viajando por el mundo a diferentes torneos.
De hecho, desde que pasó unos días en Chile tras el pasado Abierto de Estados Unidos no ha regresado y en aquel momento las cosas no estaban tan revueltas como ahora.
Garín no ocultó su felicidad por haber derrotado a un rival como Isner, que partía como favorito 15 y que en un torneo bajo techo podía imponer la ventaja de su potente servicio.
Pero el chileno supo jugarle bien, aguantar sus envites con el saque y aprovecharse de dos juegos de desempate para apuntarse el partido en dos mangas.
"Venía de unas semanas difíciles en las que estaba jugando bien pero sin buenos resultados. Estoy contento de haber ganado a un rival difícil en 'indoor', sobre todo porque es mi primera participación en este torneo. Estoy también contento porque he tenido buenas sensaciones", subrayó.
Garín insistió en el contraste que estaba encontrando entre su rendimiento en los entrenamientos y los resultados logrados en la pista, algo que achacó a su inexperiencia en la alta competición.
"Estos torneos son nuevos para mí, pero los estoy afrontando con ganas e ilusión. Este es último torneo del año, es la misma superficie que la Copa Davis. Estoy sacando cosas buenas de esta temporada, sigo en carrera y espero seguir mejorando para mañana", indicó.
"En entrenamientos me he sentido bien, pero luego en los partidos no. Es normal en el primer año, estoy acabando entre los 40 mejores. Estoy feliz, tengo todo el torneo por delante, muy contento de cómo he ido mejorando sobre todo bajo techo", agregó.
Su siguiente obstáculo para alcanzar los cuartos de final en París es el francés Jéremy Chardy, un tenista con la moral por las nubes tras haber derrotado al ruso Daniil Medvedev, cuarto favorito, finalista del pasado Abierto de Estados Unidos y uno de los tenistas más en forma del final de temporada.
El francés de 32 años, 65 del mundo, tendrá al público de su lado, lo que parece motivar al chileno.
Contra Medvedev "jugó increíble y está de local, lo quiere hacer aun mejor", dijo Garin, que aseguró que prefiere centrarse en su juego y no pensar en el rival.
"He perdido primeras rondas, pero jugando bien. Estoy tranquilo porque estoy haciendo las cosas bien. Tengo ganas de jugar ese partido, estoy seguro de que tengo mis opciones y voy a intentar aprovecharlo al máximo", aseguró.
Será la primera vez que se midan sobre pista rápida, aunque en sus cuatro anteriores duelos, todos ellos sobre tierra batida, el chileno solo ganó una vez.