Joaquín, abuelo y murciano, orgulloso de ver a su nieta jugar el mismo día que su ídolo Alcaraz: "Primero ella"
Los abuelos siempre sienten devoción por sus nietos. Ese vínculo especial que nace y que no tiene nada que ver con el de un padre y un hijo. Eso bien lo sabe Joaquín Marín. Nada más atravesar los tornos del Mutua Madrid Open, algo me llama la atención. Bajo su brazo lleva cuatro pancartas que lleva con mucho orgullo. Acompañado de su mujer, hijos y nietos, familia de deportistas, detiene su camino para atendernos. Pienso que será el típico mensaje para Carlos Alcaraz que este miércoles juega los cuartos de final contra Khachanov. Pero, me sorprende que no sólo fueran palabras para él. “Vengo a ver a Carlos Alcaraz y a Adriana Tirado”. Y diréis, quién es esa chica. "Mi nieta, Adriana... de Castellón”, dice.
Cuenta juega tu nieta en el Madrid Open y también Carlos Alcaraz
Primero despliega una de las dos pancartas. El mensaje es para su nieta Adriana Tirado Marín que también juega este miércoles en la Caja Mágica. Categoría sub-16 contra la jugadora Laia Tarazona. “Vamos, Adri”, se lee en una de ellas. “¡Animo campeona! Pau te manda mucha fuerza desde Castellón y Nuria. Las 3ºC”, se lee en la otra.
Joaquín es murciano. Concretamente de Caravaca de la Cruz. Quizá por ahí también le viene su pasión por Carlos Alcaraz al compartir tierra. Aunque ser del actual número dos del mundo es fácil por el gran tenis que despliega y que al final atrae a los aficionados. “Acho, qué huevos tienes, pijo”, dice en una de las pancartas dedicada a Alcaraz. “Carlitos hemos venido de Murcia para verte”, se lee en la otra.
¿Y qué pasaría si lee los carteles? Joaquín lo tiene claro. “Murcianico, acho, pijo. Que venimos aquí de Murcia y de Castellón”, grita a la cámara de ElDesmarque. Si pudiese pedirle una cosa a Alcaraz, no duda: “Le pediría una camiseta. Pero no me la dará porque va como los machos cuando van labrando. Hasta que no termina el torneo no habla con nadie”, cuenta.
Pero, claro… puede ser que coincidan en horario de partido. Alcaraz juega a las 16:00 horas y ‘Adri’, como así le llama, a las 18:00 horas. “Así, así vendrá cosa”, cuenta. Veremos qué pasa si al final le puede dar tiempo a ver a su ídolo y también a su nieta. Un día que seguro no olvidará junto a su familia.